El oscuro recuerdo de Toronto

La última vez que Gary Medel, Cristopher Toselli, Mauricio Isla, Carlos Carmona y Alexis Sánchez disputaron un partido en Toronto, terminaron encerrados en el camarín rival por la policía, con evidentes huellas de haber sido golpeados por los propios efectivos.

Fue el 19 de julio de 2007, con motivo de la disputa de la semifinal del Mundial Sub 20 entre Chile y Argentina, cuando se vivió uno de los episodios más violentos que se recuerden de un combinado nacional en un estadio. Si la jornada había arrancado dolorosa con el 3-0 propinado por los transandinos, todo terminaría del peor modo, con graves denuncias de los actores involucrados en el asunto.

Aunque hasta ahora sigue siendo confuso el incidente, lo cierto es que esa noche en el Estadio Nacional de Toronto se vivió una pesadilla. Y que pudo traer graves consecuencias físicas y deportiva para varios futbolistas.

"El equipo chileno aparentemente estaba descontento con el arbitraje, estaban claramente descontentos con la pérdida del partido y se enfrentaron a los árbitros al final", especificaba un documento firmado por William Blair, entonces responsable del destacamento del estadio y hoy jefe de la policía de la ciudad de Toronto.

Lo que sí quedó establecido fue la agresión que sufrieron algunos uniformados por parte de los jugadores. "Cuando vimos que algunos compañeros estaban forcejeando con la policía, bajamos del bus a defenderlos. Ahí se armó la grande. Y efectivamente hubo agresión de ambas partes", dice un integrante de ese plantel.

A raíz de los graves incidentes, los futbolistas y el médico Luis Salazar denunciaron la presunta agresión policial, argumentando que sufrieron hematomas y cortes en los labios, y que recibieron descargas eléctricas.

"La policía se excedió en su cometido, usando excesivamente la fuerza. Hubo gases lacrimógenos, picanas eléctricas. La policía no se estaba enfrentando a un ejército o a una banda de delincuentes", recuerda Ricardo Plaza, entonces cónsul chileno en Toronto.

Seis años ya pasaron de aquella historia. Seguramente hoy, los cinco seleccionados presentes en dicho duelo desearán no repetir aquella pesadilla.