El paso a paso de la 17ª según Osvaldo González

El mejor defensor de los azules a lo largo del semestre repasa la histórica campaña de la U rumbo a la corona número 17.




El reencuentro 20/7

Había cierta incertidumbre por cómo íbamos a llegar a ese partido con Cobresal. Estaban los fantasmas de los torneos anteriores, que no habían sido buenos. Además, se habían incorporado muchos jugadores nuevos y salvo algunos partidos amistosos, no teníamos demasiado conocimiento.

Por suerte, hicimos un par de góles rápido y se nos simplificó todo. Pero más allá de los tantos que convirtió el equipo, el funcionamiento que tuvo sobre todo en los 45 minutos iniciales fue bueno.

Aunque era el primer partido, quedaba la sensación en nosotros y en la gente que se podía conseguir algo importante. Sí, era el primer partido, pero había que ganarlo para volver a creer en nosotros mismos y también para que el hincha se ilusionara después de un par de torneos en los que no fuimos protagonistas y miramos la lucha por el título desde muy lejos.

La vuelta del goleador 26/7

Rancagua siempre fue un escenario difícil para la U. Y esta vez no fue diferente. Más allá de que el resultado indicó 3-1 a favor nuestro, fue un partido durísimo.

Veníamos con el envión del buen debut ante Cobresal, pero sabíamos que enfrente tendriamos un rival complicado, que se hace respetar en casa.

Esa tarde, quizás sin jugar tan bien, fuimos contundentes y mostramos personalidad cuando a veces fuimos superados.

Me acuerdo que Corujo hizo un golazo, corriendo casi ochenta metros, antes de definir a la entrada del área.

Esa tarde fue especial porque Gustavo (Canales) hizo dos goles, el último un golazo. Eran sus primeros festejos después de muchos años con esta camiseta y la gente estaba feliz.

Yo también pude hacer un gol de cabeza, después del dos a cero, pero el arquero de ellos la alcanzó a desviar el balón pegado al palo.

El primer golpe 2/8

Llegábamos en igualdad de puntaje con Santiago Wanderers. Es cierto que era la tercera fecha, pero estábamos los dos igualados en puntaje y ya se hablaba que ellos serían candidatos al torneo. Nosotros veníamos de dos victorias seguidas, pero aún estábamos en esa búsqueda de un mejor funcionamiento y todavía había jugadores que aún no se incorporaban por lesiones o suspensiones.

Lo bueno es que otra vez el equipo respondió. Fue uno de esos partidos que te terminan dando confianza. Lo ganamos con solvencia, aunque al final ellos marcaron un descuento cuando estábamos con un hombre menos por expulsión del Pato (Rubio). Supimos manejar siempre el partido, nos creamos muchas chances de gol. Ahí empezamos a marcar diferencias en la tabla, más allá de que el torneo recién estaba comenzando. Queríamos golpear de entrada.

Gritos bajo la lluvia 23/8

Otro partido en el que estaba en juego el liderato. Huachipato venía con una muy buena campaña y con un juego que a muchos sorprendía. Pero el equipo nuevamente estuvo sólido, en un duelo que se jugó bajo una lluvia a ratos torrencial en el Nacional.

Sacamos una ventaja rápido, con un gol del Seba (Ubilla) y casi al final del primero tiempo de Gustavo (Canales). Pero después no supimos liquidarlo. Nos creamos cerca de diez chances claras para convertir, de esas que a veces son más difícil fallar que convertir. Pero  en ese tiempo algo nos pasaba. Debimos ganar por cuatro o cinco goles, y terminamos sufriendo al final. Fue una tónica en esos pasajes del torneo, pero igualmente el equipo seguía ganando y consolidándose en lo más alto. Era un comienzo soñado porque llevábamos una campaña casi perfecta, a no ser por el empate que tuvimos ante Iquique.

La tijera del perdón

Unión Española siempre nos hace partidos complicados. Tienen una forma de jugar que te obliga a pensar mucho. Sabíamos que era un partido que se definiría por un detalle.

En el primer tiempo debimos quizás marcar diferencia porque jugamos mejor. Pero a diferencia de todo el resto del torneo hasta ese momento, no fuimos capaces de convertir un gol en el lapso inicial.

Quizás eso nos perjudicó en el segundo tiempo porque no entramos jugando bien. Incluso pudimos quedar en desventaja en alguna jugada aislada del ataque de ellos.

Afortunadamente, contamos con Gustavo (Canales), quien sobre el final terminó desnivelando el partido con una tijera, tras una gran habilitación de (Gustavo) Lorenzetti. Más encima, se lo convertía a su ex equipo, donde fue campeón también. Fue un gran triunfo, que nos dio mucha confianza de cara al futuro

Dificultad máxima 27/9

Jugar en pasto sintético trae aparejado muchos problemas, tanto en el traslado del balón como en el control mismo. Quizás para muchos no represente tantos cambios, pero en realidad si hay diferencias con el césped natural.

Entonces, además de enfrentar a un rival siempre complicado, más allá de lo que indicaba la tabla de posiciones, debíamos intentar acomodarnos lo más rápido al campo de juego.

Ese día, Audax abrió la cuenta y muchos pensaron que nos caíamos. La clave estuvo en la reacción inmediata del equipo. Dimos vuelta rápido al marcador y después sacamos una ventaja importante empezando el segundo tiempo. Lástima que no supimos liquidarlo y terminamos otra vez sufriendo. Cruzábamos la mitad del campeonato con una campaña casi perfecta, algo quizás impensado por lo que habíamos hecho meses antes. Pero eso ya era cosa del pasado.

Directo al mentón 19/10

El partido que nadie quería perder fue justo el que peor jugó el equipo. Teníamos mucha confianza en hacer una gran actuación en el Superclásico, principalmente para reafirmar nuestra condición de punteros. Llegábamos con un puntaje casi ideal, con una larga seguidilla de victorias.

Pero no nos salió nada ante Colo Colo. La verdad es que todavía le doy vueltas a ese partido y no le encuentro explicación a la actuación que tuvimos.  Además, hubo algunos cobros extraños que nos sacaron del partido. Igualmente eso no es excusa para lo que mostró todo el equipo ese mediodía.

Nos dolió mucho esa derrota, tanto como a los hinchas, pero sabíamos que seguíamos dependiendo de nosotros. Teníamos claro que pasara lo que pasara en ese partido, el campeonato no se iba a definir ahí y que debíamos mantenernos enfocados. Así que seguiríamos dando la pelea.

El golazo del alma 1/11

Traíamos la espina del clásico del año pasado con la UC en el Nacional. Además, ya traíamos el mal resultado en el otro clásico, por lo que no nos podíamos fallar a nosotros ni tampoco a la gente. Sabíamos de antemano que tendríamos todo el estadio a favor, con más de 35 mil hinchas alentándonos. Era una dura prueba sin duda, más allá de que todos decían que ellos no llegaban bien.

Asumíamos en la previa que nos iban a querer bajar, como una forma de compensar en parte la campaña que estaban haciendo hasta ese minuto.

Así que entramos con todo. No había posibilidad de estudiar al rival o esperar que era lo que iba a hacer. Teníamos claro que no podíamos enredar puntos porque se nos habían acercado los escoltas. Afortunadamente, a los pocos minutos de iniciado el encuentro, el Pato abrió la cuenta y nos dio tranquilidad.

En los clásicos siempre es importante anotar primero porque te sacas esos nervios o esa ansiedad que traes de los días previos.

Con la ventaja, empezamos a manejar el partido. Sabíamos lo que teníamos que hacer para controlarlos y también para hacerles daño. Así fue como vino el segundo tanto. Cómo no recordarlo.  Inolvidable la volea de Corujo. Es de esos goles que te puedes quedar gritando todo un día. Escuchar el estallido de la gente, no sólo por el gol, sino que también por esa emoción que provocan los goles increíbles. F ue algo tremendo.

Ahí ya nos soltamos. Quizás nos faltó más precisión en los últimos metros para haberlo definido antes porque el tercer gol vino al final del partido.

Lo importante en todo caso era el triunfo. Había que ganar y se consiguió, además jugando bien. Esta vez, a diferencia de otros partidos del torneo, jamás estuvo en duda el triunfo y de paso creo que le devolvimos la seguridad a los hinchas, después de un par de fechas en que a lo mejor no nos habíamos visto tan bien como en el inicio del campeonato. Y a esa altura del torneo, todo éxito se festejaba el doble.

Con la ilusión intacta 30/11

Después de mucho tiempo, volvíamos a estar acompañados en el liderato. Y después de lo que nos había ocurrido con Barnechea, se escucharon muchas voces de que nos caíamos sí o sí en el sur, que nos quedábamos fuera de la pelea.

Pero el equipo nunca tuvo dudas de su capacidad y lo demostró en Chillán. Fuimos sólidos, contundentes y no pasamos mayores zozobras.

Clave resultó la vuelta al gol de Gustavo (Canales), que venía sin anotar desde hace algunas fechas. Lo mismo el rendimiento de Gon (Espinoza), después de mucho tiempo ausente de la titularidad. Lo extrañábamos y creo que nos hizo muy bien en esta última etapa.

Por último, un reconocimiento para la gente. Ver un estadio lleno de hinchas de la U en ese estadio fue un estímulo muy grande para todos. Ellos seguían creyendo en nosotros y creo que les dimos una gran alegría en Chillán.

El estallido final 6/12

Qué se puede decir cuando vives un partido de esta emotividad. Cuesta sustraerse de todo lo que vivimos. Pero el premio final es el que nos deja felices. Se sufrió muchísimo, como durante todo el campeonato. Pero tuvimos nuestro premio. Nunca no ha salido fácil esto. Somos la U y siempre parece que tenemos que esforzarnos el doble. Quizás por eso el festejo final fue tan grande.

Tuve la desgracia de salir por una molestia muscular, y la verdad es que afuera se sufre mucho más. Me contaban lo que pasaba en Valparaíso y acá no podíamos hacer el gol. Era un sufrimiento tremendo.

Por suerte, el fútbol fue justo con nosotros. Habíamos buscado todo el partido. A esa altura daba lo mismo cómo llegaba el gol. Y ahí apareció Gustavo, que siempre parece frío en los momentos decisivos. Recién ahí pudimos soltar tensiones. Éramos campeones. Premio merecido para todos.

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