El último capítulo de la guerra

Warriors y Cavaliers definirán este domingo al campeón de la liga en un séptimo partido que se antoja épico.




Cuando Golden State robó el cuarto partido de la final en casa de los Cavaliers, para ponerse arriba 3-1, todos en el mundo del baloncesto, prácticamente sin excepción,  sentenciaron esa misma noche el fin de la serie. El mejor equipo de la temporada regular, que rompió todos los récords que lucían imposibles de quebrar, especialmente el de las 72 victorias de temporada regular, sólo necesitaba de un triunfo para sellar el bicameonato de la NBA.

Pero cuando el rival a vencer tiene a Lebron James en sus filas, siempre cabe la duda del milagro. Como el año pasado, cuando prácticamente sin los habituales titulares, estiró la serie hasta el sexto juego frente a los Splash boys. Y esta vez tampoco fue la excepción. El alero de Cleveland lideró a su equipo a sendas victorias en el quinto y sexto partido, igualando a tres victorias por lado la final, y dejando toda la definición para este domingo, en el séptimo partido en cada de los Warriors, épico.

Lo de James en estas finales ha sido casi antológico, más allá de sus actuaciones en el quinto y sexto juego. Lidera en cinco asignaciones, entre ellas las de puntos  (30.2), rebotes (11.2), asistencias (8.5), robos (2.7) y bloqueos (2.2), pero fundamentalmente parece tener el control mental de la serie. Queda la impresión de que ningún jugador de Golden State lo puede defender, ni siquiera Andre Iguodala, que para colmo tiene problemas en su espalda. Y eso lo está aprovechando en la pintura.

En ese contexto, los Warriors necesitan más que nunca de Stephen Curry, el MVP de la temporada, pero que en la final no revalidó las credenciales. Ha estado lejos de ser el líder de su equipo e incluso una airada reacción en el sexto juego, lanzando su protector bucal, le pudo costar su presencia en el decisivo encuentro.

Golden State y Cleveland. El campeón vigente frente a un equipo que busca convertirse en el primer quinteto en remontar un 1-3 en la final y de paso ser el primero en ganar como visitante después de 38 años el séptimo partido. La última palabra la tendrá Curry o James. Que empiece el showtime.

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