Emprendimiento e innovación en organizaciones escolares

Conozca esta nueva clase del curso gestión de mejoramiento de organizaciones escolares impartido en el diplomado en gestión directiva de organizaciones escolares impartido por la Pontificia Universidad Católica de Chile.




Actualmente reconocemos a la innovación y el emprendimiento como ingredientes relevantes en una economía moderna, claves para que Chile pueda alcanzar el estatus de un país desarrollado y disminuir las brechas de ingreso de la población. Desafortunadamente, nuestro contexto cultural y estructural aún no fomenta las habilidades, valores y actitudes emprendedoras, tales como la creatividad y la innovación. La ausencia de conceptos relacionados con estas habilidades en los curriculum educativos oficiales, así como en la formación inicial docente, es una de las principales barreras para el progreso identificada por los expertos.

Lograr que nuestros niños desarrollen estas capacidades no va dirigido exclusivamente a que en el futuro sean ellos quienes generen nuevos servicios o productos para aumentar sus ingresos, sino más bien a que adquieran una actitud emprendedora y habilidades blandas que les permitan desempeñarse exitosamente en la sociedad. Tener competencias de emprendimiento e innovación es desarrollar una actitud de vida que persigue ideales propios en los ámbitos personal y grupal, siendo activos en la búsqueda de soluciones a los problemas que nos rodean. Quienes tomen esta actitud serán protagonistas de los eventos que le suceden en la vida. Es fundamental considerar que un emprendedor no nace, sino que se hace; por tanto, todos podemos aprender a emprender.

De acuerdo a esto, es primordial incorporar en el desarrollo profesional de directores, equipos directivos y profesores de aula, oportunidades y experiencias que permitan conocer los conceptos centrales vinculados al emprendimiento en educación, desarrollar las habilidades emprendedoras a través de ejercicios prácticos y entender su valor en el corto plazo (aumento en autoconfianza, mayores aprendizajes y mayor felicidad) y en el largo plazo (mejor desempeño en el mundo laboral y más desarrollo país).

Una metodología para abordar el proceso de innovación y el desarrollo de estas habilidades emprendedoras, dentro y fuera de los establecimientos educacionales, es el Design Thinking, una metodología centrada en las personas, donde la empatía y la observación son claves para detectar oportunidades y resolver problemas en forma más efectiva. Es participativo, colaborativo, experimental y entretenido, ideal para trabajar con establecimientos educacionales y ayudar a profesores y alumnos a generar una forma de pensar creativa. Más que un proceso lineal, es un conjunto de espacios: inspiración, ideación e implementación, que se llevan a cabo para desarrollar un proyecto. Lo importante es definir bien el problema, dar espacios para experimentar, crear un clima de optimismo, fomentar que salgan muchas ideas a través de la lluvia de ideas y finalmente "prototipear" a bajo costo la solución seleccionada, probándola con los futuros usuarios cuantas veces sea necesario, llegando así a una solución más efectiva y que satisfaga mejor las necesidades.

Nuestro desafío es dotar a nuevas generaciones de un estilo de vida creativo e innovador, formarlos con mayor autoconfianza, capacidad de decidir su futuro y aportar a la sociedad con nuevas ideas y soluciones. Los niños serán más empáticos y felices, y muchos de ellos emprenderán en diversas áreas, lo que es fundamental para el progreso de las organizaciones y del país. El desarrollo de habilidades emprendedoras, la creatividad y la autoconfianza pueden convertirse en el mejor círculo virtuoso, siendo imperativo actuar con un sentido de urgencia que nos movilice a todos quienes trabajamos en educación, transformando un sistema estancado con viejas prácticas.

HABILIDADES EMPRENDEDORAS
Las habilidades emprendedoras que necesitamos desarrollar y transmitir en los colegios son:

Empatía: Capacidad que permite a las personas imaginar los problemas desde múltiples perspectivas. Es ponerse en el lugar de otro para poder diseñar soluciones factibles y a la vez cercanas a las necesidades reales de las personas. Es fundamental la capacidad de escuchar al otro atentamente, construir sobre sus ideas sin juzgarlas y tratar de ir más allá de lo explícito, intentando captar pensamientos, sentimiento y creencias.

Capacidad de observación: Capacidad de observar cuidadosa, intencional y consistentemente los pequeños detalles del comportamiento de las personas, para poder obtener información valiosa que permita diseñar nuevas formas de hacer, satisfacer necesidades e identificar oportunidades. Quienes tienen esta capacidad muy desarrollada pueden ver cosas que otros no ven y usar esa comprensión para inspirar nuevos emprendimientos e innovaciones.

Ver problemas como oportunidades: Como dice el profesor V. Khosla (Universidad de Stanford), "cada gran problema es una gran oportunidad". Los emprendedores son capaces de superar adversidades y valorar una situación que para muchos sería negativa. Es importante identificar con claridad los supuestos asociados a un problema y darlos vuelta para encontrar nuevas oportunidades.

Colaboración: Es fundamental trabajar en equipo, incluyendo en lo posible una mirada interdisciplinaria, dando espacios a que todos los miembros de la comunidad escolar (profesores, asistentes, alumnos, apoderados, etc.) participen en la identificación de oportunidades, resolución de problemas e innovación.

EL EJEMPLO DE ANGOLA

Si en democracia resulta difícil conciliar opiniones, pensar en ponerse de acuerdo en un país que sale de un proceso de colonización y que ha vivido guerras civiles puede resultar ingenuo. Sin embargo, Angola está probando lo contrario y así lo cuenta un testigo directo: el profesor de Filosofía y Literatura portuguesa y angolana Armando Mazoa, quien como estudiante del Magíster en Educación mención Dirección y Liderazgo Educacional de la Universidad Católica se encuentra en Chile desde 2009, gracias a una beca de los padres mercedarios.

Desde que se produjo la descolonización en 1975, todos los actores angoleños -independiente de sus ideas políticas o creencias religiosas- entendieron la importancia que tiene la educación para el país. La reforma se centró en dos ejes: formación docente y adaptación a los nuevos desafíos. No era una tarea fácil si se considera que existía solo una universidad pública, los colegios eran escasos y el nivel de analfabetismo de sus 7 millones de habitantes bordeaba el 85%.

"Lo importante del debate es que todos entienden la importancia de la educación. Es una preocupación de Estado que todo el país asume como trascendental", explica este profesor.

La transformación ha llevado a que actualmente coexistan tres sistemas: reforma educativa, es decir, cambios en el sistema escolar; reforma vigente, para nivelar a aquellos alumnos que no pudieron ingresar al nuevo modelo, y sistema de alfabetización para adultos que no saben leer ni escribir. La meta es lograr que toda la población de Angola esté alfabetizada para 2015, algo que no es ilusorio: aunque el número de habitantes ha aumentado a 14 millones, gracias a la reforma el nivel de analfabetismo ha caído en un 52 por ciento.

Conozca más de este tema en la plataforma online del curso Dirección Estratégica en Educación.

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