En calma se conmemora un año de la muerte de comunero mapuche

Jaime Mendoza Collío falleció el año pasado en la zona rural de Ercilla.




Con total tranquilidad se realizaron las actividades y ceremonias religiosas preparadas por familiares y amigos de Jaime Mendoza Collío, para conmemorar el primer año que ha pasado desde su muerte en la zona rural de Ercilla, en La Araucanía.

El joven mapuche, de 24 años de edad, murió como consecuencia de un disparo que percutó el funcionario de Fuerzas Especiales de Carabineros, Miguel Jara Muñoz, durante un incidente en el que un grupo de mapuches se habían tomado el predio San Sebastián, y que luego fue desalojado por la policía. El carabineros está sometido a proceso por la Fiscalía Militar de Angol, por violencia innecesaria con resultado de muerte.

Inicialmente, los mapuches pretendían realizar el acto ceremonial en el predio del particular, Carlos González Jarpa, quien se opuso ya que si bien el incidente se inició en sus tierras, la muerte ocurrió en un predio vecino.

En definitiva, fue en el lugar del deceso, donde se realizaron las ceremonias y que corresponden a la comunidad Requém Curapán, hasta donde llegaron poco más de 15 personas de distintos puntos de La Araucanía.

En el lugar se realizaron rogativas mapuches y un Nguillatún (ceremonia religiosa), para pedir por el descanso en paz del comunero y que Chao Ngnechén (Dios) lo acoja como un guerrero (Weichafe).

Los intervinientes, José Naín y la hermana del comunero, María Mendosa, coincidieron en señalar en la necesidad de que el caso se esclarezca, que los mapuches coordinen futuras acciones reivindicativas y que esperaban que la justicia "levante el secreto de sumario"  a la investigación para que todo sea más transparente.

La policía, en tanto, mantuvo una discreta vigilancia y resguardó el Fundo San Sebastián, sin que se registraran incidentes.

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