El entramado médico que asusta a Farah y a EE UU

Mo Farah

Un coach violó reglas de dopaje al dar sin aviso sustancias a deportistas. Fue en el Nike Oregon Project. Las víctimas alegan daño a la salud.




El dopaje no es directo, pero golpea fuerte las puertas del atletismo estadounidense. El foco está puesto en estos días en el Nike Oregon Project (NOP), un programa deportivo de altísimo nivel para fondistas, del que tomaron parte infinidad de representantes norteamericanos y de otros países en Juegos Olímpicos y Mundiales, así como el británico Mo Farah. El mayor acusado es el encargado principal, el ex atleta Alberto Salazar, nacido en Cuba.

El asunto lo hizo público Dathan Ritzenhein, un fondista norteamericano que estuvo en los Atenas 2004, Beijing 2008 y Londres 2012 y fue récord nacional de los cinco mil metros. Él aseguró al diario New York Times que mientras estuvo en el proyecto (2009 a 2014) recibió de Salazar un estricto régimen de suplementos e infusiones, poniendo en riesgo su salud.

Tanto el medio neoyorquino como The Times de Londres hacen referencia a un documento de la Agencia de Estados Unidos Contra el Dopaje (Usada) que tras una investigación confirma los hechos, pero que aunque se filtró en las últimas horas, no fue autentificada por la agencia.

En ese documento de 269 páginas la Usada presentó evidencia de que todos los corredores del NOP recibieron inyecciones de L-Carnitina del doctor Jeffrey Brown y otros miembros encargados, violando las reglas antidopaje. Claro, la sustancia no está prohibida, pero sí lo está el sistema en que se usaba: Salazar gastó miles de dólares de Nike en desarrollar una bebida que contuviera la sustancia. A los atletas les dijo que acceder a este líquido era un secreto.

La Agencia Mundial prohíbe las infusiones o inyecciones de más de 50 ml. y cada una de estas botellas tenía un litro.

La L-Carnitina está de manera natural en el cuerpo y transforma la grasa en energía.

Como los Juegos Olímpicos se acercaban y no había tiempo de tomar la bebida, Salazar creó un sistema que testeó en un técnico asistente y luego dio a los atletas para aumentar sus niveles.

El coach no tuvo ninguna consideración con la salud de los atletas. A ellos les diagnosticaban hipotiroidismo, aunque sus niveles fueran normales para poder recetarles remedios y pasar las recetas en las competencias, para no ser sancionados por dopaje.

Ritzenhein encaró a Salazar para manifestarle que sentía que la L-Carnitina y los remedios para su supuesto hipotiroidismo interactuaban, lo que fue descartado por el cubano. Sin embargo, al otro día Salazar reconocía las interacciones en un correo a Rupp.

El informe señala también que frotó testosterona a Galen Rupp durante masajes: estaba obsesionado con mejorar los niveles de hormona de sus atletas e insistía en hacerle el trabajo postcompetitivo pese a que el programa tiene masajistas.

No existe todavía una acusación de que Salazar les haya entregado dopaje a sus atletas, pero sí que puso en riesgo su salud.

El propio ex atleta habría confesado en entrevistas que usó testosterona en su carrera como deportista. Aunque existen otras entrevistas en que lo niega.

Existen además correos electrónicos que indican que uno de los suplementos utilizados produciría cáncer: la calcitonina, que Salazar prescribía a sus atletas para prevenir fracturas nasales.

Aquí aparece la figura de Mo Farah, el mejor fondista del mundo. Los doctores del equipo británico le dijeron que dejara la calcitonina, pues arrojaba altos niveles de calcio en la orina. Sin embargo, Salazar se la mantuvo. El propio Farah avisó de su uso en competencias realizadas en 2011.

Salazar se ha defendido, dice que no ha violado ninguna regla antidopaje, pero enumeró una larga lista de medicinas que daba o ayudaba a conseguir a sus atletas. No todas tienen probados beneficios para corredores.

De acuerdo al informe, el CEO de Nike, Mark Parker, estaba informado de todo.

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