Estadounidenses cuestionan alborozo por muerte de Bin Laden

Mientras muchos celebraron en las calles la muerte del líder de Al Qaeda, para otros esas escenas recordaban las escenas de algarabía de sus simpatizantes tras el 11/9.




Cuando Hyojin Jenny Hwang expresó en la red social Facebook su tristeza por ver a jóvenes estadounidenses como ella que celebraban jubilosamente la muerte de Osama Bin Laden, la dueña de casa recibió pronto una respuesta airada, incluso de amigos.

"Una amiga me dijo que se sentía juzgada por sentirse feliz", dijo Hwang, de 30 años y radicada en Nueva Jersey. "Y otra simplemente me retiró como amiga en Facebook".

Sin embargo, conforme pasaron las horas y la confusión amainó un poco, Hwang recibió también mensajes de apoyo, de personas igualmente desconcertadas por las escenas de euforia.

Luego que el gobierno estadounidense anunció la muerte de Bin Laden la noche del domingo, surgieron celebraciones populares en varios lugares del país. Hubo exclamaciones de "¡USA! ¡USA!" frente a la Casa Blanca y la zona donde se encontraba el Centro de Comercio Mundial; carteles con leyendas como "Obama 1, Osama 0" y camisetas ahora disponibles en línea con el mensaje de que Bin Laden había caído e ilustradas con la imagen del líder de Al Qaeda muerto.

Una cosa es sentirse satisfecho de que el terrorista más buscado en el mundo sea llevado ante la justicia. Pero aparece la interrogante sobre dónde termina la satisfacción y empieza el alborozo.

Esa es una pregunta planteada por estadounidenses ordinarios, personalidades religiosas, comentaristas y varias mujeres que quedaron viudas por los ataques del 11 de septiembre del 2011.

Y es posible que ronde la mente del presidente Barack Obama cuando pise esa delgada línea este jueves al visitar la zona donde se levantaban las Torres Gemelas en Nueva York.

Por ahora es imposible saber si los estadounidenses incómodos con la celebración fueron mayoría o minoría. Las pocas encuestas realizadas desde el anuncio de la muerte no han hecho la pregunta respectiva.

Pero para tres mujeres que perdieron a sus maridos ese 11 de septiembre, las escenas de regodeo que ocurrieron el domingo fueron perturbadoras.

Kristen Breitweiser dijo que esos festejos le hicieron recordar las imágenes de los simpatizantes de Bin Laden celebrando en las calles en aquel día trágico del 2001.

"Perdónenme, pero no quiero ver que la champaña se descorche y se vierta en el terreno sagrado donde miles fueron asesinados a sangre fría", escribió el lunes en el diario Huffington Post.

En línea, algunos estadounidenses dijeron que no veían nada absolutamente malo en la euforia del domingo.

"Si no puedes celebrar el deceso de un hombre verdaderamente malvado que nos quitó mucho, ¿entonces qué celebramos?", se preguntó Edward Hannigan, de 45 años, en Facebook. Hannigan es editor una revista de música en línea en California.

La Sinagoga Unida del Judaísmo Conservador, una asociación de unas 700 congregaciones en Estados Unidos, dijo que su tradición "nos advierte que no celebremos la muerte de ningún ser humano, ni siquiera de nuestros peores enemigos, pero no nos impide la gratitud de que se ha hecho algo de justicia".

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