Evo Morales evita proceso judicial y ordena liberación de policías chilenos

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Tras dos días detenidos en Uyuni, el presidente de Bolivia anunció que los dos carabineros serán "restituidos" a Chile. Uniformados retornarían al país hoy a las 11.00. El senador Alejandro Navarro viajó hasta la localidad y se reunió con los policías.




"Estas personas serán restituidas a su país con sus familias, preservando a cada instante su seguridad e integridad, de eso no debe quedar la menor duda", aseguró ayer el Presidente de Bolivia, Evo Morales. Las declaraciones del mandatario servían para poner término al conflicto diplomático generado por el arresto de dos carabineros chilenos que cruzaron la frontera en medio de un operativo policial.

La mañana del viernes, el sargento Jaime Díaz Pezo y el cabo segundo Nicolás Morales Manríquez, de la dotación de la Tenencia Ujina, fueron detenidos por un equipo de la Fuerza Especial de Lucha contra el Crimen de ese país. Los uniformados chilenos fueron imputados por cuatro delitos: transgresión de frontera, resistencia a la autoridad e intento de fuga, contrabando y por porte ilegal de armas.

En una conferencia de prensa que se prolongó por casi 20 minutos, el mandatario dijo que luego de que equipos especializados realizaran una serie de diligencias -que incluyen la confesión de los chilenos detenidos-, tomó la decisión de que los efectivos nacionales no enfrentaran a la justicia de ese país. "El gobierno de Bolivia determina no permitir a estos dos carabineros (ponerlos) a disposición de las autoridades fiscales y judiciales de Bolivia. A pesar de que los bolivianos no fuimos tratados con cortesía, tolerancia ni reciprocidad por parte del gobierno de Chile ante la situación exactamente similar de nuestros nueve funcionarios".

Agregó que "lo sucedido ayer (viernes) nos ha permitido mostrar al mundo lo que sí se debe hacer ante estos incidentes fronterizos, lo que contrasta notablemente con lo que el gobierno de Chile hizo con nuestros nueve servidores".

De esta manera, Morales aludía al caso de los nueve bolivianos que fueron detenidos y, posteriormente, expulsados de Chile tras permanecer 101 días detenidos en la Cárcel de Alto Hospicio, imputados por contrabando, robo con intimidación y tenencia ilegal de arma. Un hecho que tensionó las relaciones entre La Moneda y Palacio Quemado.

En su alocución, el jefe de Estado aprovechó para pedir la conformación de una "comisión de trabajo permanente" para establecer "protocolos de actuación para el tratamiento de este tipo de incidentes fronterizos y reactivar todos aquellos temas que beneficien a nuestros pueblos".

El viceministro de Régimen Interior, José Luis Quiroga, señaló anoche que los carabineros retornarían a Chile hoy a las 11.00 y el traspaso se realizaría por Pisiga. "Partiremos a las 05.00 de Uyuni con destino a la ciudad fronteriza de Pisiga, donde se oficializará el acto", dijo el secretario de Estado.

Ayer el senador Alejandro Navarro viajó hasta la localidad y se reunió con los carabineros, quienes le relataron los hechos. En un video de Canal 13, se aprecia que el sargento Díaz le señaló a Navarro que "lamentablemente, íbamos en persecución de un vehículo y levantó tanta tierra y polvo que no nos dimos cuenta cuando pasamos la frontera".

Anoche, en tanto, la Cancillería chilena preparaba una respuesta a los dichos de Morales, que se oficializará hoy, en la que se plantea que la liberación de los policías formaba parte de un acuerdo bilateral para la cooperación entre Carabineros de Chile y la Policía Nacional de Bolivia, el cual se suscribió en Santiago el 21 de noviembre de 2008.

Según el artículo I de este acuerdo, "las partes se comprometen a la mutua cooperación en el marco de las atribuciones que las respectivas legislaciones internas les otorgan a las instituciones, con el preciso objeto de prevenir y controlar los actos delictivos que acaezcan en sus territorios, a fin de lograr una coordinación permanente y la más eficaz acción en estas materias".

A primera hora de ayer, José Alberto Gonzales, presidente de la Cámara de Senadores de Bolivia, entregó detalles del arresto de los uniformados chilenos: "Ingresaron 7,5 kilómetros en territorio boliviano sin contar con ningún tipo de autorización (...); ellos sabían perfectamente que estaban en territorio boliviano". Para concretar la detención de los carabineros, los uniformados altiplánicos dispararon contra la patrulla chilena, según detallaron las autoridades de ese país (ver recuadros).

Tras conocer los cargos contra ambos carabineros, el subsecretario del Interior, Mahmud Aleuy, dijo que "esto es un hecho policial, se estaba persiguiendo a un vehículo que no se detuvo ante la orden de detención y, por lo tanto, fue seguido y en ese marco se produjo este hecho. Un hecho nítidamente delictual".

Notas diplomáticas

Entre las gestiones para acelerar el retorno de los uniformados, el gobierno envió dos notas diplomáticas a la Cancillería boliviana. A través del cónsul Manuel Hinojosa, el gobierno se quejó por el impedimento que tuvieron las autoridades nacionales para conocer el estado de salud de los detenidos. En la primera comunicación consular se pidió la liberación de los uniformados, invocando los acuerdos de cooperación entre las policías para el combate del contrabando. En la segunda nota, en tanto, Chile acusó la negativa boliviana para que Oscar Pettinger, agregado policial chileno, se reuniera con los uniformados.

Según la versión de Carabineros, a 33 kilómetros de Ujina y cerca del límite con Bolivia, en medio de un patrullaje de rutina, un vehículo, sin patente, fue detectado. Por esto comenzó una persecución que llegó a la zona del paso no habilitado de Itsma, cerca del hito 52 (ver infografía). Se trata de una zona ubicada a 3.800 metros sobre el nivel del mar, con condiciones climáticas extremas y donde no hay una demarcación fronteriza visible.

Tras cruzar la frontera e internarse en el lugar, los policías fueron detenidos y acusados de contrabando.

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