Exilio cubano en Miami cree que muerte de Payá fue orquestado por el régimen

Oswaldo Payá, líder disidente murió en un accidente cuando el vehículo en el que viajaba con otras tres personas, perdió el control y se estrelló contra un árbol, cerca de Bayamo.




Desde Miami varias organizaciones de exiliados cubanos se mostraron consternados por la muerte del líder disidente Oswaldo Payá y sospechan que el accidente de tránsito en el que perdió la vida fue un "atentado" orquestado por el régimen de la isla.

"Estoy casi convencido de que fue un atentado por parte del gobierno cubano, porque ellos habían informado por teléfono a la hija de Payá, Rosa María, de que estaban siendo asediados por un vehículo que intentaba sacarlos de la carretera", dijo hoy amón Saúl Sánchez, presidente del Movimiento Democracia.

Payá, de 60 años, líder del Movimiento Cristiano Liberación y Premio Sájarov a los Derechos Humanos y Libertad de Pensamiento, murió en un accidente cuando el vehículo en el que viajaba cerca de Bayamo (al este de la isla) con otras tres personas perdió el control y se estrelló contra un árbol, según fuentes oficiales cubanas.

Pero, para Saúl Sánchez, "no es la primera vez que Payá es amenazado y se le indica que podría ser víctima de algún tipo de atentado de esta índole", de hecho, aseguró el activista del exilio, el impulsor del "Proyecto Varela", una iniciativa para promover la transición democrática en la isla, "ya había sido objeto de aparentes intentos de ocasionarle un accidente". "El (Payá) les decía a sus amigos: "Estoy en manos de Dios", agregó Sánchez.

Destacó la "sensibilidad humana y valentía" de Payá, un hombre "cabal" cuya "bandera no era política ni ideología", sino la "bandera de la dignidad humana".

En el accidente del domingo murió también el cubano Harold Cepero.

A su vez, se mostró "muy preocupado" por los "testigos", el español Angel Carromero, un dirigente local de Nuevas Generaciones del Partido Popular de Madrid, y el sueco Jens Aron Modig, que aún están vivos, hospitalizados en estado grave, ya que, apuntó, el "régimen luego puede decir que fallecieron para que no puedan dar testimonio".

Por ello, dijo, el gobierno español debe recabar datos e investigar los hechos y "ocuparse de los heridos", porque, dijo, "su vida podría estar en peligro para que no rindan ningún tipo de testimonio de lo que sucedió en ese supuesto accidente".

En esta línea Angel Desfana, director del grupo del exilio Plantados, calificó de "gran pérdida" la muerte de Payá, al que calificó de "gran luchador, un idealista y una persona decente".

Se trata de una enorme "pérdida para la lucha por la libertad en Cuba", aseguró Desfana, quien, al igual que Saúl Sánchez, expresó su "convencimiento" de que "ha sido un atentado" perpetrado por el gobierno cubano. "Puede que hayan intentado amedrentarlo", algo que "ha sucedido ya en otras ocasiones en que han intentado amedrentar así a otros disidentes". "Es una gran pérdida para la democracia cubana", dijo desolado Desfana.

Para Tomás Rodríguez, de Agenda Cuba, Payá era una persona de grandes cualidades humanas: "Era un guía y amigo de los miembros del Movimiento Cristiano de Liberación", precisó.

"Lo que más me conmovió siempre de Payá -puso de relieve Rodríguez- fue su gran preocupación por los presos políticos, atravesaba la isla de punta a punta para encontrar ayuda para los familiares" de estos y "denunciar la situación" que vivían.

En ese sentido, Payá deja un "legado de humildad y de un trabajo social muy grande".

Respecto de las sospechas de que se haya tratado de un atentado orquestados por el régimen cubano, Rodríguez apuntó que "hace quince días Oswaldo Payá había sufrido un accidente", lo que resulta una "fuerte coincidencia". "Es demasiada coincidencia", resaltó.

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