Federico Martorell se toma revancha en el fútbol chileno con el líder

En 2007, el defensor de Cobresal estuvo en la U, pero no gravitó. Al año siguiente emigró a O'Higgins, donde lo dirigió Jorge Sampaoli.




El argentino Federico Martorell, de 34 años,  suma siete encuentros con la camiseta de Cobresal. Llegó al club minero a mediados de enero para fortalecer la defensa de la escuadra de Dalcio Giovagnoli. Provenía de Santamarina de Tandil. "Somos un equipo al que no le sobra nada. El objetivo era mantener la categoría, pero a medida de que pasaban los partidos nos fuimos dando cuenta de que estábamos para más. Hemos mantenido los pies sobre la tierra, pero ilusionarnos también es natural", explica respecto del actual momento del equipo, líder en el Clausura.

También valora la decisión de trasladarse a Santiago, después de la tragedia que afectó a la Tercera Región. "Acá no nos falta nada. Todos estuvimos de acuerdo con dejar El Salvador", admite.

El paso por el club nortino no es su primera experiencia en canchas chilenas. En 2007 estuvo en Universidad de Chile. Lo dirigieron Salvador Capitano y Jorge Socías. Al año siguiente, emigró a O'Higgins. En el club celeste fue pupilo de Jorge Sampaoli. 

En los laicos jugó 17 encuentros en el torneo de Apertura. Fue el tercer jugador con más presencias, después de Miguel Pinto y de Manuel Iturra.  En los celestes estuvo en 19 partidos del Apertura 2008 y en nueve del Clausura del mismo año. Marcó un gol.

Su primer recuerdo se detiene en su rendimiento con la camiseta azul. "En Universidad de Chile me tocó estar en un momento complicado del club. Había quebrado y era administrado por un síndico. Igualmente, fue una etapa linda de mi carrera. La hinchada es increíble. Fue muy intenso estar ahí. Me tocó jugar un clásico contra un Colo Colo que explotaba, porque había cumplido una gran campaña en la temporada anterior. La gente se portó bien conmigo. El problema fue que como Colo Colo ganó los títulos, el balance se desniveló. Y eso nos afectó a todos", explica.

El vínculo con los estudiantiles se mantiene. Dejó amigos en el club y, cada cierto tiempo, mantiene comunicación con ellos. La última vez fue el sábado después de marcar el gol del empate transitorio en el triunfo sobre Colo Colo, en el Monumental, que derivó en el triunfo que consolidó a la escuadra nortina en el liderato del torneo. "No te voy a decir de quiénes, pero recibí mensajes por el gol. Me escribieron compañeros e hinchas. Siempre he sentido el apoyo de los seguidores de la U, pese a que estuve poco tiempo en el club y en una situación difícil, como la que nos tocó vivir. Había problemas económicos, líos internos. La situación no es como la que se vive actualmente", agrega.

Pupilo de Sampaoli

Al año siguiente, partió a Rancagua. En la Sexta Región lo dirigió Jorge Sampaoli, con quien ya había coincidido en Coronel Bolognesi, de Perú, dos años antes. "Es espectacular. Lo tuve como entrenador en Perú y, pese a que Coronel Bolognesi no era un equipo grande, ni mucho menos, su discurso siempre fue el mismo: salir a protagonizar cada partido. Por eso, logramos cosas importantes. Uno creía que podía llegar hasta donde está hoy", repasa.

Esa experiencia le permitió llegar a la convicción de que el casildense podría llegar alto como entrenador. "No tenía dudas de que le iba a ir bien. Uno se daba cuenta de inmediato de que él buscaba algo distinto a lo que se estaba haciendo incluso en el resto de Sudamérica. Quería un fútbol ofensivo y vertiginoso, que no le diera respiro al rival", comenta.

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