De Fellini a Kurosawa: el cine que no está en Netflix

imagen-maxresdefault

La recién lanzada plataforma FilmStruck trae cientos de filmes clásicos, europeos e independientes. Su competidora directa es Mubi y tiene la ventaja de ser más barata y operar en Latinoamérica.




¿Qué tipo de películas hacía John Ford, el maestro supremo del western, en los años 30? Para empezar eran muchas y en los más diversos géneros imaginables. Figura tutelar de realizadores como Orson Welles y Peter Bogdanovich, Ford es conocido por Más corazón que odio (1956) o El hombre que mató a Liberty Valance (1962), pero es probable que en los años 30, antes de usar el parche en el ojo izquierdo, creara las películas que definieron su estilo.

Pues bien, desde este martes la plataforma FilmStruck ofrece ocho de las cintas que Ford dirigió en la década de la Depresión, desde la comedia The whole town's talking (1935), con Edward G. Robinson hasta la seminal La diligencia (1939), el primer largometraje donde le dio un rol protagónico a John Wayne, su actor fetiche. La serie se llama John Ford en los 30 y es una de las múltiples colecciones que ofrece Filmstruck, el portal de cine online creado por Turner Classics Movies y Criterion Collection puesto en marcha este martes.

Anunciado con bombos y platillos en abril pasado como alternativa a la oferta mainstream de películas y series del gigante Netflix, FilmStruck cuenta con una especial curatoría que divide las cintas no sólo en títulos, sino que en tendencias, décadas, autores, y actores, entre otras múltiples categorías. Por ejemplo, si alguien tiene intención de ver algo de Marcello Mastroianni, probablemente el más popular actor italiano, puede consultar la sección Icon y encontrarse con 15 filmes protagonizados por él, entre ellos clásicos como 8 1/2 de Federico Fellini o Ayer, hoy y mañana de Vittorio De Sica, y títulos más particulares como Los compañeros de Mario Monicelli o La legge de Jules Dassin.

Durante dos meses, Icon mantiene al menos dos estrellas clásicas con varias de sus películas disponibles para los usuarios. En esta oportunidad, al actor romano le tocó hacer pareja con la sueca Ingrid Bergman, de la que están, entre otras, Europa 51 de Roberto Rossellini, Sonata otoñal de Ingmar Bergman y Only one night, una poco conocida producción de sus años suecos dirigida por su compatriota Gustaf Molander.

Justamente esta última película proviene de los archivos de una de las dos compañías que se aliaron para crear FilmStruck: la prestigiosa The Criterion Collection, dedicada a la distribución y venta de DVDs y Blurays clásicos, europeos e independientes. Conocida por sus cuidadas ediciones, Criterion encontró en su aliado Turner Classics Movies (TCM) el socio ideal para la plataforma online.

El portal, ahora sólo en EEUU y con posibilidades de expansión a otros países en el 2017, tiene un costo de 7 dólares mensuales ($4.500 aprox) por acceso a 200 cintas y 11 dólares mensuales ($7.120) por la oferta completa, que incluye el llamado The Criterion Channel. Es decir, con el acceso a toda la biblioteca de esta compañía, que supera los mil títulos. El costo anual de la suscripción es de 100 dólares, equivalente a aproximadamente 65 mil pesos. Para seguir citando, FilmStruck da acceso, por ejemplo, a más de 20 películas de Francois Truffaut, más de 10 de Jean-Luc Godard, sobre 25 de Akira Kurosawa, más de 10 de Federico Fellini o toda la filmografía de Andrei Tarkovski.

La alternativa local

Aunque FilmStruck luce como una plataforma boutique con parte del mejor cine mundial, su radio de acción restringido a Estados Unidos lo hace por ahora una especie de apetitoso plato para ver desde la vitrina. También sólo radicados en EEUU son los portales de Fandor, SundanceNow, Tribeca Shortlist y Warner Archive.

En ese sentido, dos de las mejores ofertas para clientes chilenos son Mubi y FestivalScope, en particular el primero.

Conocido antes como The Auteurs, Mubi tiene entre sus socios a la World Cinema Foundation, institución patrocinada por Martin Scorsese. Tiene un costo mensual de 6 dólares (unos 3.900 pesos) y su funcionamiento es el siguiente: todos los días agrega una película y elimina otra, de tal manera que siempre hay 30 cintas disponibles. Ese decir, el espectador tiene un mes de plazo para ver un largometraje.

Mucho más concentrada en el cine europeo y latinoamericano, Mubi posee actualmente títulos como Au hasard Balthazar de Robert Bresson, Donnie Darko de Richard Kelly, Europa de Lars Von Trier, Átame de Pedro Almodóvar, Hiroshima, mon amour de Alain Resnais, La collectionneuse de Eric Rohmer o Bad guy de Kim Ki-Duk. Su propuesta es más arriesgada y apuesta a películas de difícil acceso y de países lejos de las órbitas de los grandes centros mundiales. Está muy en sintonía con los festivales y actualmente ofrece, por ejemplo, la mastodóntica Evolution of a filipino family, cinta de más de 10 horas de cineasta filipino Lav Díaz, que ganó el último Festival de Venecia con The human who left.

Este año también puso en su portal el largometraje Out (1971), una producción de 12 horas de Jacques Rivette que durante mucho tiempo fue imposible de ver por otros medios. Protagonizada por Jean-Pierre Léaud, es una reflexión sobre la sociedad francesa post Mayo del 68 del más inclasificable de los realizadores de la Nueva Ola Francesa.

La opción de FestivalScope está más dirigida hacia los profesionales del cine (cineastas, guionistas) y por un precio de 70 euros anuales ($ 50 mil) permite acceso a algunas películas que se están dando o acaban de exhibirse en festivales de cine. Entre los encuentros que incluye están los de Toronto, Venecia, Locarno, Marsella, Tribeca, Berlín y Sundance, entre otros.

Entre las ofertas de plataformas locales están, por ejemplo, Cinépata, con filmes locales como La sagrada familia y Navidad de Sebastián Lelio, Te creís la más linda de José Luis Sandoval, Y las vacas vuelan de Fernando Lavanderos o Invierno de Alberto Fuguet.

Una cantidad mucho mayor posee Ojo corto, que es pagado ($4.990 al mes) y contiene más de 100 títulos, entre ellos El club de Pablo Larraín y Guagua cochina de Sebastián Silva. Lejos, sin embargo, el archivo más grande de cine chileno es el de CineChile, con más de 4 mil producciones (entre cortos, largos y documentales) de todas las épocas y con acceso gratuito.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.