FMI advierte que bonanza de América Latina podría terminar en crisis

El director del FMI para el Hemisferio Occidental, Nicolás Eyzaguirre, advirtió de un posible recalentamiento en las economías de la región y sugirió medidas como recorte del gasto público, mantención de una política monetaria sólida y guardar lo máximo posible de las ganancias inesperadas de la actual bonanza.




La actual bonanza económica de América Latina podría finalmente terminar en una verdadera crisis a menos que los gobiernos de la región manejen la situación en forma adecuada, advirtió el director del FMI para el Hemisferio Occidental, Nicolás Eyzaguirre, en una conferencia entre miembros de bancos centrales reunidos en Río de Janeiro.

Eyzaguirre dijo que los cimientos económicos de Latinoamérica parecen estar en buena forma. Sin embargo, instó a las autoridades monetarias a tomar medidas para impedir que sus economías se sobrecalienten a través del recorte del gasto público, la mantención de una política monetaria sólida y guardar lo máximo posible de las ganancias inesperadas de la actual bonanza.

De otro modo, dijo, la región podría ver sus monedas dramáticamente debilitadas como resultado de un impacto extranjero repentino, como la caída de los precios globales de materias primas o un inesperado y rápido aumento de la tasa de interés en Estados Unidos.

Eyzaguirre se centró en Brasil y afirmó que el gobierno de la presidenta Dilma Rousseff debería seguir "dirigiendo la economía a través de una gama de medidas para evitar exuberancia excesiva, o podría terminar en lágrimas".

"Si hubiera una gran corrección (...) el capital podría dejar de entrar al país repentinamente y se podría tener una gran crisis financiera", agregó.

Los comentarios de Eyzaguirre, ex ministro de Hacienda de Chile, fueron algunas de las advertencias más enérgicas hasta la fecha por parte de un alto funcionario sobre los peligros a corto plazo del reciente período de prosperidad en América Latina.

Buena parte del fuerte crecimiento económico de la región y la valorización de sus monedas ha sido alimentada por aumentos de los precios globales de las materias primas, que también han dado impulso a un creciente problema inflacionario en varios países.

INFLACION
El gobierno de Brasil ha estado luchando para contener la inflación este año, pese a tres alzas de la tasa de interés y al anuncio de recortes presupuestarios por cerca de US$30.000 millones.

La inflación anual en abril en ese país superó el techo del rango de la meta del Banco Central, de un 4,5% anual con una tolerancia de más o menos dos puntos porcentuales, aunque la entidad espera que la inflación vuelva gradualmente hacia el centro de meta.

Eyzaguirre dijo que la región había sido escudada de la crisis financiera de 2008, en parte debido a la estabilidad del precio de las materias primas, pero que no podía dar eso por hecho en futuras crisis.

"No lo den por hecho. Preparémonos para un potencial impacto en el futuro que podría incluir precios de materias primas (...) en buenos tiempos, todos lucen muy buenmozos", sostuvo.

Una corrección moderada en los precios de las materias primas podrían afectar particularmente el apetito por el real brasileño, afirmó, y advirtió a los inversionistas que no se sobreexpongan a "carry trade" -operación de endeudarse en divisas fuertes pero poco rentables para invertir en monedas de mayor rendimiento- en esa moneda.

Con la tasa de interés cercana a cero en muchas economías desarrolladas, los inversionistas han estado tomando dinero prestado barato en el extranjero e invirtiéndolo en activos de altos retornos en Brasil, donde la tasa de interés sigue siendo una de las más altas del mundo, en un 12% anual.

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