Fuerte discusión en el camarín profundiza la crisis de Colo Colo

Tras la derrota, Sebastián Toro y Javier Toledo tuvieron un fuerte altercado, sumándose al conflicto que ya hay entre jugadores y el cuerpo técnico.




Luego de la eliminación de Copa Sudamericana, frente al Deportivo Pasto, los problemas en el vestuario de Colo Colo se habían acrecentado, toda vez que el plantel rechazó la idea original de Gustavo Benítez de extender la concentración tras la derrota ante los "cafeteros", medida que fue modificada en busca de no afectar la armonía que queda en el vestuario.

La situación ya había incomodado a los futbolistas en la serie anterior ante El Tanque Sisley, partido para el que sumaron cerca de una semana de concentración, a lo que se agregó el extenso viaje para la ida ante Pasto, en Colombia, y el traslado a Talcahuano, para jugar contra Huachipato en la fecha anterior del torneo local.

Ante ello, la directiva que encabeza Arturo Salah y el cuerpo técnico de Gustavo Benítez organizaron un asado junto a los jugadores en la antesala del duelo frente a Unión Española, en la búsqueda de no afectar la tirante relación que mantienen los futbolistas con el staff del paraguayo.

La dura caída ante los hispanos, sin embargo, agudizó la crisis y extendió los problemas entre los mismos jugadores del "Cacique". Tras el 2-0, varios se recriminaron al interior del camarín. Los gritos fueron subiendo de tono hasta el punto en que se produjo una discusión que llegó a un intercambio de golpes entre Sebastián Toro y Javier Toledo, interrumpido por Lucas Domínguez y Emiliano Vecchio.

"Hubo 'puteadas', pero son normales por el momento que estamos viviendo. Sebastián y Javier se recriminaron fuerte, pero no pasó de eso. Es normal que en estos momentos se digan muchas cosas", relató un miembro del plantel.

En el entretiempo también hubo problemas entre Vecchio y Christian Vilches, quien habría pedido su sustitución por su bajo estado anímico.

El entrevero estuvo cerca de pasar a mayores y obligó la intervención del PF Marcelo Giarrusso.

Entre los pocos que hablaron tras el choque, la consigna es salir del mal momento. "Llevamos un escudo muy grande para echarnos a morir", expresó el capitán Luis Mena.

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