Gaddafi promete victoria mientras Clinton habla de exilio para el líder libio

La secretaria de Estado estadounidense aseguró que miembros del círculo de Gaddafi están consultando con sus aliados internacionales sobre la posibilidad de que éste se exilie. <br>




La secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, aseguró que miembros del círculo interno del líder libio, Muammar Gaddafi, están consultando con sus aliados internacionales sobre la posibilidad de que éste se exilie.

Clinton le dijo a la cadena de televisión estadounidense ABC que probablemente Gaddafi esté explorando sus opciones, pero añadió que el comportamiento del líder libio es impredecible.

La jefa de la diplomacia de Estados Unidos no precisó qué países fueron objeto de esas consultas.

Poco después de las declaraciones de Clinton, Gaddafi pronunció en televisión un discurso desafiante.

En su primera aparición desde que comenzó la operación internacional, Gaddafi arengó a sus partidarios, asegurándoles que conseguirán la victoria final.

La televisión mostró a Gaddafi durante tres minutos frente a decenas de sus partidarios en el recinto fortificado donde reside en Trípoli, la capital, y que fue bombardeado el domingo.

"La victoria final será nuestra", prometió Gaddafi, cuyas tropas han dejado de avanzar en los últimos cuatro días, desde que comenzó el bombardeo de sus defensas aéreas por las fuerzas internacionales.

"La defensa aérea más poderosa es el pueblo. Aquí está el pueblo. Gaddafi está entre el pueblo", exclamó el líder libio.

Gaddafi también pidió a los musulmanes de todo el mundo que le apoyaran porque, dijo, Libia está siendo objeto del ataque de cruzados contra el Islam.

"No temo a las tormentas que barren el horizonte", dijo al término de su discurso, "ni tampoco a los aviones que arrojan la destrucción negra. Soy resistente, mi casa está aquí en mi tienda... soy el legítimo propietario, y el creador del mañana. ¡Yo!, ¡Yo estoy aquí, yo estoy aquí, yo estoy aquí!".

BATALLAS SANGRIENTAS
Sus tropas continúan lanzando ataques terrestres contra los rebeldes, a pesar de la operación internacional para proteger a la población civil.

Misrata, la última ciudad controlada por los rebeldes en el oeste, es el escenario de una de las batallas más sangrientas.

Fuentes de un hospital de la ciudad informan que no tienen suficientes medios para responder al alto número de heridos.

Se informó además de combates en las ciudades de Zintan y Yafran, en el oeste, y alrededor de la ciudad de Ajdabiya, cercana a Bengasi, en el este.

Uno de los enviados de la BBC al este de Libia, Ian Pannell, informa que los rebeldes tienen estrategias divergentes.

Algunos pretenden avanzar hasta el oeste hasta llegar a Trípoli, mientras que otros quieren retomar Ajdabiya y consolidar su dominio en el este, esperando que los libios de otras ciudades se alcen en armas y consigan su propia liberación.

DESACUERDO EN LA OTAN
Mientras, los países que llevan a cabo la campaña aérea contra Libia siguen sin ponerse de acuerdo sobre quién debe ser el encargado de liderar la misión.

Hasta ahora Estados Unidos lleva las riendas pero su presidente, Barack Obama, ha insistido en que quiere transferir el mando en cuestión de días.


Obama conversó el martes por teléfono con el premier británico, David Cameron, y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, sobre los problemas para transferir el mando de la operación de EE.UU. a la OTAN, que fueron puestos de manifiesto en una reunión de los miembros en Bruselas en la mañana del martes.

Turquía, el único miembro de la OTAN con mayoría musulmana, es el principal opositor al liderazgo de la organización en Libia y ha dicho que los ataques aéreos han sobrepasado el mandato concedido por la resolución de Naciones Unidas.

Francia ha expresado el temor a que el mando de la OTAN desagrade a los países árabes, que habían mostrado su apoyo a la imposición de la zona de exclusión aérea.

El canciller francés, Alain Juppé, propusó crear un cuerpo que agrupe a los ministros de exteriores de los países participantes en la operación libia y a los de los países árabes que se encargaría de la supervisión política de la misión.

Por su parte, Italia dijo que si la OTAN no coordina las operaciones dejará de ceder el uso de sus bases y Noruega afirmó que sus aviones no entrarán en acción hasta que no esté claro quién está al frente de la operación.

Un asunto sobre el que sí se pusieron de acuerdo este martes los países de la OTAN fue la manera de imponer el embargo de armas sobre Libia ordenado por la resolución de la ONU.

La OTAN usará sus aviones y navíos en el mar Mediterráneo para "conducir operaciones de supervisión, información y, si fuera necesario, de detención de buques sospechosos de transportar armas ilegales o mercenarios".

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