Gael García Bernal: "El filme No me devolvió la alegría de hacer cine"

El actor y el resto del equipo de la película visitó ayer las afueras del Teatro Dolby. Se reunieron con los otros candidatos al Oscar extranjeros.




Fue una reunión de amigos para desearse suerte en la noche del Oscar. Con ese ánimo el elenco de No pisó ayer por primera vez la alfombra roja del evento, en pleno bulevar de Hollywood, en donde además compartieron con el resto de los directores que también están nominados en la categoría de Mejor Película Extranjera.

Primero, Pablo Larraín posó con los creadores de las producciones de Amour (Austria), War Witch (Canadá), A Royal Affair (Dinamarca) y Kon-Tiki (Noruega). Luego, el director chileno se unió al grupo de la cinta que estará mañana en la ceremonia en el Dolby Theater: el actor mexicano Gael García Bernal, Antonia Zegers, el productor americano Daniel Dreifuss, el guionista Pedro Peirano y el productor Juan de Dios Larraín.

"Estoy viviendo este momento, pasándola muy bien, relajado, divertido", dijo García Bernal. "Tengo ganas realmente de disfrutar, nada más, y vivir el momento de manera muy pura".

¿Que ha significado No para Ud.?

Me ha dado mucha alegría haberla hecho, nos la pasamos muy bien y ahora tenemos otra familia fílmica, trabajar con este monstruo como Pablo Larrain, quien es un gran director. Esta película me devolvió la alegría de hacer cine, como lo he dicho varias veces.

El actor, acaso el más empático del elenco, también afirmó que a la hora de filmar no le importaba el tipo de mercado, sino estar junto a gente talentosa, "como Pablo Larraín".

"A mí lo que me interesa es trabajar con directores interesantes. Más allá de la historia, creo que las buenas películas las hacen los directores desde el punto de vista personal".

¿Por qué?

Porque estamos hablando de cine, de algo universal, que no obedece a ninguna regla de nacionalidad; no lo veo industrialmente como mercado, eso no. La verdad es que me lo tomo muy ligeramente, en forma poco industrial. Más que nada, son esas ganas de trabajar con esa persona que te da ese punto de vista interesante. Hay ideas buenas en todas partes, como en la película Amour, con esas de dos personas en una habitación.

Pablo Larraín sabe que no corre como favorito, pero sabe también que esta es una postulación histórica para el cine chileno y que en los Oscar ocurren cosas inesperadas. Ya en 2010 la argentina El secreto de sus ojos, de Juan José Campanella, derrotó a La cinta blancade Michael Haneke. "Esta es una categoría que ha dado muchas sorpresas, y tal vez haya una este año", dijo a una pregunta de agencia Efe.

¿Cómo fue trabajar con García Bernal?

Es un actor muy conocido, respetado en todo el mundo. El se puso esta película a los hombros y tuvo la potencia, el ángel y carisma para sacarla adelante. Fue un privilegio.

Entre los que llegaron ayer a la alfombra roja estaba además el guionista Pedro Peirano, que por estos días prepara también el show de 31 Minutos para el Festival de Viña del Mar. "Recién acabo de llegar, me he dejado acarrear como borrego y ha sido divertido", expresó. "Creemos que la historia, no la historia de la película misma, sino la historia en la que está basada, merece ser conocida".

Si bien Amour es la gran favorita y está nominada también a Mejor Película, Director y Actriz, el productor Michael Katz declaró a Efe que había aprendido de la experiencia pasada a tomarse las cosas fríamente. "Está claro que tienes esperanzas, pero tienes que controlarlas", dijo. Y agregó: "Podría ganar No".

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