Gasto en guerras de Irak y Afganistán superaría el billón de dólares

El Comité de Asignaciones de la Cámara de Representantes dio luz verde al presupuesto en defensa, que contiene un paquete de 128 mil millones para las operaciones en esos países.




El gasto de Estados Unidos en las guerras de Afganistán, desde 2001, y la de Irak, que comenzó en 2003, superará el billón de dólares si el Congreso acepta el presupuesto del Pentágono que aprobó hoy un comité.

El Comité de Asignaciones de la Cámara de Representantes, clave en el proceso de presupuesto, dio luz verde hoy a una factura de 636.000 millones de dólares para el Pentágono en el período fiscal 2010, que empieza el 1 de octubre.

El paquete contiene 128.000 millones de dólares para las operaciones en Afganistán e Irak.

Es la primera vez que la partida está incluida en el presupuesto regular ya que durante los dos períodos presidenciales de George W. Bush las guerras se financiaron con "partidas extraordinarias".

El presidente Barack Obama prometió durante su campaña que haría "más sincero" el presupuesto militar incluyendo en los gastos regulares los costos de las guerras, pero de todos modos debió aprobar partidas extraordinarias que complementaran el último cálculo elaborado por el Gobierno de Bush.

El 24 de junio Obama promulgó una partida extraordinaria de 45.500 millones de dólares para operaciones militares en Irak y otra de 39.400 millones de dólares para Afganistán, en lo que queda del período fiscal 2009, hasta el 30 de septiembre.

Además en esa partida extraordinaria el Congreso asignó 23.000 millones de dólares para otras operaciones militares y diplomáticas en el resto del mundo, y para varios programas dentro y fuera del país.

El representante John Murtha, demócrata de Pennsylvania y autor principal del presupuesto militar, señaló que aún con todos estos fondos se necesitará más dinero para las guerras de Irak y Afganistán en el segundo trimestre del año próximo.

Las probabilidades de aprobación del presupuesto militar mejoraron ayer después de que el Senado, con 58 votos contra 40, aprobó un recorte en los fondos para la construcción de más aviones Raptor F22.

Obama había amenazado con su primer veto de una ley del Congreso si llegaba a su despacho un presupuesto militar que contuviera fondos para otros siete de esos aviones.

El Pentágono ha contratado ya 187 aviones F22 y tanto el secretario de Defensa, Robert Gates, como los mandos militares han dicho que no necesitan más.

Los F22, diseñados a comienzos de la década de 1980, tuvieron el propósito original de enfrentar los aviones más avanzados de la entonces Unión Soviética.

Gates, los mandos militares y el presidente Obama opinan que las necesidades de EE.UU. para los conflictos presentes y futuros son diferentes.

Los legisladores que empujaban por los 1.450 millones de dólares para otros F22 adicionales, y que representan distritos donde esa producción significa miles de puestos de trabajo, sostuvieron que Rusia y China desarrollan aviones de guerra que podrían competir con los F22.

De todos modos los legisladores atentos al voto de los trabajadores en sus distritos por ahora han defendido firmemente otros programas que Gates y el Pentágono no quieren, incluido un helicóptero VH71 para la presidencia, el avión C17 de carga y un motor alternativo para el avión F35 de combate.

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