Gobierno japonés es partidario de desmantelar todos los reactores nucleares de Fukushima

La empresa Tepco se inclina por dejar operativos para mantenimiento los números 5 y 6. Otras de las medidas es desplegar una tela especial sobre la planta para evitar la emisión de partículas radiactivas a la atmósfera.




Las opciones para salvar la planta nuclear de Fukushima se agotan para las autoridades niponas a casi tres semanas del terremoto y tsunami.

Ante los nuevos problemas surgidos, entre ellos la detección de plutonio en el suelo, el gran aumento de la radiactividad en el mar (3.355 veces el límite de seguridad) y la presencia de agua radiactiva que inunda parte de las unidades 1,2 y 3, el gobierno anunció una serie de medidas, entre ellas la intención de cerrar los seis reactores de la planta, aunque la empresa Tepco prefiere dejar en mantenimiento el número 5 y 6.

Antes del desmantelamiento se requiere que los técnicos de Tepco logren llevar a niveles normales el calentamiento de los reactores. "Desgraciadamente, es necesario un tiempo antes de que la  situación vuelva a estar bajo control y se tenga la certeza de  que las personas estén al seguro de las radiaciones", el jefe del gabinete Yukio Edano.

Entre las alternativas que se barajan está cubrir con una tela especial la planta para evitar la emisión de partículas radiactivas a la atmósfera y la utilización de un buque para almacenar de forma temporal el agua contaminada. También vuelve al tapete la posibilidad de un sarcófago tal como se hizo tras la emergencia nuclear en Chernobyl (1986).

Además, la compañía Tepco ha aceptado la ayuda de expertos del grupo francés Areva, especializado en la descontaminación de residuos radiactivos. Además el Gobierno de EEUU ha puesto al servicio de Japón robots especiales capaces de soportar altos niveles de radiación.

Las autoridades mandataron una revisión completa de todos los reactores nucleares del país. Se quiere evitar que se repita lo de Fukushima. Además, como lo consignó la agencia Reuters se pidió disponer de camiones de bomberos con mangueras preparadas para intervenir en cualquier momento y asegurar el mantenimiento de los sistemas de refrigeración, tanto de reactores como de piscinas de residuos, precisamente los puntos que han fallado en Fuskushima.

Las empresas deberán además revisar sus manuales de operaciones y preparar al personal de acuerdo con las nuevas reglas. Todo lo anterior deberá ser implementado a corto plazo.


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