González quiere duplicar presencia en arcilla por lesiones

El equipo médico y técnico del "Bombardero de La Reina" ya adelantan el diseño ideal de su calendario 2010.




El deseo confeso de Fernando González es jugar los Juegos Olímpicos de 2012. Y no lo quiere hacer de cualquier forma, pues su idea es llegar a la cita entreverado entre los mejores del mundo, tal como lo viene haciendo hace ya cuatro años. Las invitaciones, en su pensamiento, no existen.

Y si bien la mente está puesta en eso, el físico también manda. Conscientes de esa situación, el tenista y su cuerpo multidisciplinario trabajan en la forma de cumplir esa meta. O como bien lo asegura su técnico, Martín Rodríguez: "Si quiere durar más (en el circuito), debe cuidarse".

A diferencia de años anteriores para esta fecha, González aún no entrena en cancha, pues está enfocado en la recuperación kinésica. Recién este lunes, de hecho, iniciará el entrenamiento físico, antes de partir el 8 ó 9 de enero a Australia, donde hará su antesala de Melbourne en la exhibición del Kooyong Classic.

Con pinzas
Es por eso que el calendario 2010 se está diseñando con especial cuidado, apuntando a generar pausas más extensas y, ahora, cuidando el tipo de superficie en que se desempeñará.

Su calendario ideal de 2009, por ejemplo, contemplaba un total de 23 torneos, de los cuales sólo alcanzó a jugar 17. Y si bien la próxima temporada es más o menos similar en números (20 ó 21), es muy distinta en la elección del piso.

De esta forma, se adelanta que el "Bombardero" aumentará hasta en el doble su presencia en arcilla, pues este año jugó apenas cuatro y su objetivo ahora es disputar ocho o nueve certámenes en esa pista.

Por primera vez, además, podría hasta igualar la cantidad de torneos en cemento y polvo de ladrillo, ya que en estos momentos anota en piso duro nueve competencias, sin contar los indoor de Basilea y París-Bercy.

El propio González ha reconocido que no sólo los buenos resultados en arcilla lo han llevado a decidirse por un cambio (este año hizo semifinales en Roland Garros, Barcelona y Roma y ganó en Viña del Mar; además, ocho de sus 11 títulos los ha conseguido sobre esa superficie), sino que la principal razón es que la tierra batida "castiga menos el cuerpo".

Dudas sobre su calendario hay pocas. Una de ellas es iniciar la estación de arcilla en Montecarlo o Barcelona (con una semana de diferencia). La otra es jugar siete días antes de Hamburgo el ATP 250 de Stuttgart, algo que dependerá de cómo salga de sus batallas en el pasto de Queen's y Wimbledon. Copa Davis, por ahora, no aparece en su horizonte.

En el año de la dosificación, el mejor tenista chileno apunta a cuidarse más para no llegar dañado y disminuido a su objetivo de largo alcance: lograr su cuarta medalla en unos Juegos Olímpicos. La mente, hasta ahora, le gana al físico.

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