Gregorio De Falco, el héroe detrás de la tragedia del Costa Concordia

En Italia lo erigen como un héroe nacional, mientras el mundo continúa admirando su emplazamiento contra Francesco Schettino. Según medios italianos el comandante representa el valor de una nación que se considera humillada.




Hasta hace algunos días atrás, el Capitán de Fragata de la Marina Italiana, Gregorio De Falco, era un oficial común y corriente de la Capitanía de Puerto de Livorno, pero su nombre pasaría a la historia la noche del viernes 14 de enero durante la tragedia del crucero Costa Concordia.

En plena evacuación del buque, De Falco se comunicó con el capitán al mando del Concordia, Francesco Schettino para coordinar el rescate, sorprendiéndose con la noticia que éste había abandonado el barco. Con frases como "¡Vaya a bordo. Se lo ordeno!" y "ahora yo estoy a cargo. ¡Vaya a bordo! Vaya y llámeme cuando esté a bordo", el Comandante del puerto emplazó a Schettino a cumplir sus labores. Para los italianos, éste diálogo marcó la diferencia entre el capitán que quería cumplir su labor y el otro que sólo quería escapar, devolviéndole la dignidad a una Italia que se encuentra humillada por el incidente.

El capitán De Falco, 46 años, nacido en Nápoles, representa al "marino valiente, honesto, dispuesto a sacrificar, algo totalmente diferente al mal ejemplo, "indigno", como el comandante del Costa Concordia", señala el medio italiano Corriere della Sera, el mismo que le dedicó una editorial titulada "Gracias, Capitán".

Pese a la admiración e interés mediático, De Falco sufre por la tragedia, le cuesta dormir por las noches y no logra sacarse de su cabeza las imágenes de la noche del naufragio. "Cuando pienso en los pasajeros que perdieron la vida en el Concordia, yo digo que fue una derrota, porque al final no pudimos salvarlos a todos. Salvar a la gente es nuestra misión ", comentó el jefe de la sala de operaciones del puerto de Livorno al Corriere della Sera.

En la misma publicación, De Falco se refirió al polémico diálogo con Schettino durante el naufragio del Costa Concordia, asegurando que en su emplazamiento "no sólo era mi voz. Era la voz de todos los marineros, la voz del mar, que exige respeto y no tolera errores". En ese contexto, el Comandante promete "no voy a descansar hasta que se haga justicia". 

Además de su carrera como oficial de la Marina Italiana -que comenzó cuando fue destinado a Mazara del Vallo, luego Génova, Santa Margherita Ligure, hasta que fue designado Comandante del puerto de Livorno- De Falco estudió Derecho en la Academia Naval de la misma ciudad, una de las razones que lo llevan a continuar investigando las causas del accidente.

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