Impagos en créditos de consumo anotan fuerte caída y vuelven a niveles precrisis




La mejora en las señales de la economía se multiplican. Al alza que mostraron las colocaciones del sistema financiero en agosto, se sumó la estabilización y baja que comienzan a mostrar el riesgo de las carteras de crédito de los bancos.

Este índice mide el porcentaje de créditos que están con un nivel de morosidad o impago de 90 días o más. Según las cifras de la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras (Sbif), al cierre de agosto de este año la cartera vencida del mercado total de colocaciones llegó a 1,30%, cifra idéntica a julio y que confirma el peak de riesgo de los créditos otorgados a las personas y empresas. El índice -que mide el porcentaje de cuotas de créditos morosos por 90 días o más- muestra realidades distintas, según el segmento que se trate.

En particular, los créditos de consumo -que incluyen tarjetas de créditos- muestran la mayor baja, pasando de un 0,83% en julio a 0,73% en agosto, transformándose en el nivel más bajo desde junio de 2008, previo a la caída de Lehman Brothers, en septiembre de 2008. "Hay una percepción más positiva en términos de que se tocó piso. Si se ve el tema creación de empleo, ha ido paulatinamente mejorando. Entonces, eso lleva a que los créditos de consumo se podrían percibir menos riesgosos", explica el gerente de planificación y desarrollo banca empresas y personas de BBVA, Cristián Fantini.

Fuentes del Banco Santander señalan que desde hace ya un par de meses la curva del riesgo se está aplanando, luego de haber iniciado una curva ascendente, la que se había iniciado con el estallido de la crisis.

La analista de bancos de Feller Rate, Claudia Labbé, coincide en que los útimos meses se ven mejoras, aunque advierte que extrapolar tendencias definitivas es difícil. "Aún hay cierta incertidumbre, aunque menor de lo que había... (pero) pareciera ser que la morosidad está cediendo", afirma.

Para el analista de Fitchratings, Abraham Martínez, no es tan claro el cambio. "Al haber un alza en las colocaciones, tras un primer semestre a la baja, los bancos comenzaron a hacer negocios, con buenos prospectos crediticios que no demandan tantas provisiones, lo cual eleva el denominador -stock de créditos. Y como el numerador -préstamos morosos- sigue constante, baja la cartera deteriorada. No es que haya cambiado el riesgo de un mes a otro", dice.

Mientras los créditos comerciales también muestran caídas en índices de morosidad, los créditos hipotecarios evidencian alzas en cifras de impago. En la industria explican que esto se debería al aumento en el riesgo de BancoEstado, el que ha tenido una agresiva política de colocaciones. No obstante, habría un efecto estadístico, ya que la estatal estaría incluyendo en sus cifras de morosidad no sólo las cuotas retrasadas, sino los créditos completos.

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