Indagan verdadero rol de Máximo Kirchner en negocio familiar

Documentos muestran que hijo de la mandataria actuó como representante de empresa que es investigada por irregularidades.




Continúan sumándose antecedentes en el proceso judicial que investiga al clan Kirchner en Argentina por el manejo financiero de su empresa Hotesur, controladora del Hotel Alto Calafate. Según informó ayer el diario porteño Clarín, el juez Claudio Bonadio y el fiscal Carlos Stornelli -que instruyen esta causa- tienen en su poder documentos que muestran que los últimos accionistas de la compañía K registrados ante el Estado argentino están identificados de modo impreciso como "Sucesión Néstor Kirchner".

Sin embargo, entre esos papeles aparece un miembro de la familia presidencial actuando como representante de los socios de la firma. Se trata de Máximo Kirchner, hijo de la actual mandataria y líder de la agrupación oficialista La Cámpora, quien a partir de esta información quedó en el centro de la investigación, ya que ahora se busca determinar cuál es su rol en la trama administrativa y financiera de Hotesur-Alto Calafate.

Uno de los antecedentes que compromete al hijo de la presidenta en la investigación es la documentación que Hotesur había presentado en la Inspección General de Justicia (IGJ) -al inicio de la causa que sustancia el juez Bonadio-, la que revela que en 2011 el único representante de los socios que avalaba las resoluciones de la empresa era Máximo Kirchner. Este aparece ese año aprobando los balances contables de 2009-2010. La asamblea que trató aquellos temas se realizó en una dirección en la que la firma ya no funcionaba hace años.

Otro aspecto que ha levantado suspicacias es la declaración que hizo a la justicia, José Carlos Amil López, ex dueño de Hotesur y quien le vendió la empresa a los Kirchner en 2008. Este afirmó que luego del traspaso a la familia presidencial no tuvo más vínculos con la entidad comercial. Sin embargo, en un documento de la Administración Federal de Ingresos Públicos (Afip) que recabaron los persecutores, Amil López aparece como apoderado de la empresa de los Kirchner hasta 2011. Además, el propio empresario fue presidente del Hotel Colón, recinto que funciona en la misma dirección donde aparece registrado el Hotel Kennedy, que de acuerdo a actas de la firma de los Kirchner encontradas en un allanamiento a la IGJ, era accionista del Hotel Alto Calafate. A su vez, al lado del Hotel Colón funciona el Panamericano, que pertenece a la familia Relats, la misma que administra otro hotel presidencial llamado Los Sauces, ubicado en El Calafate.

Todos estos vínculos han llevado a la justicia argentina a considerar como hipótesis de investigación que los hoteles de la familia presidencial pudieron ser usados para lavar dinero. Considerando que el próximo año hay elecciones presidenciales, este proceso judicial complica de sobremanera al oficialismo.

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