Israel y Palestina aceptan invitación del Papa Francisco y se reunirán en el Vaticano

"Construir la paz es difícil, pero vivir sin ella es un tormento", aseguró hoy el pontífice argentino ante unas 10.000 personas en Belén, en donde invitó al presidente palestino Mahmud Abás y el presidente israelí­ Shimon Peres a retomar el diálogo.




El papa Francisco obtuvo hoy una importante victoria moral, al lograr que los presidentes israelí­ y palestino aceptaran visitarlo en el Vaticano el mes próximo para analizar los asediados intentos de paz. Las negociaciones entre israelí­es y palestinos se interrumpieron a fines de abril y no se habí­an programado reuniones de alto nivel por el resto del año.

El pontí­fice argentino, que tomó el nombre de san Francisco de Así­s, sí­mbolo de la paz, llegó a Belén, la cuna del cristianismo, en un aval simbólico a las aspiraciones palestinas de un estado propio. Afirmó que el estancamiento en las gestiones de paz en la región era "inaceptable" y se detuvo brevemente a orar frente a la barrera de separación que los israelí­es erigieron en torno de esta ciudad bí­blica. Asimismo, por un momento, se calzó en la cabeza la pañoleta a cuadros blancos y negros que simboliza la causa palestina.

Al término de una misa al aire libre en la Plaza del Pesebre, en Belén, el papa invitó al presidente palestino Mahmud Abás y el presidente israelí­ Shimon Peres a orar junto con él por la paz. "Ofrezco mi hogar en el Vaticano como lugar para este encuentro de oración", les dijo.

Las oficinas de los dos presidentes confirmaron rápidamente que aceptaban la invitación papal.

"Saludamos la invitación del papa Francisco al Vaticano. El presidente Peres ha apoyado y seguirá apoyando todas las ví­as conducentes a la paz", dijo la oficina de Peres en una declaración. El vocero de Abás, Nabil Abu Rdeneh, afirmó que la cumbre tendrá lugar en algún momento en junio.

"Construir la paz es difícil, pero vivir sin ella es un tormento", clamó el papa en la explanada de Belén, ante unas 10.000 personas, entre ellas numerosos cristianos que residen en la franja de Gaza y en Israel que llegaron para  asistir a la misa.

La invitación que marcará el viaje a Tierra Santa y puede ser interpretada como una propuesta de mediación por parte del papa argentino, que  históricamente ha mantenido buenas relaciones con la comunidad judía argentina, una de las más importantes del mundo.

Para el portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, se trata de una invitación formal para hablar de paz desde un punto de vista "religioso", explicó. 

"La paz basada en la seguridad y la mutua confianza será el marco de referencia estable para afrontar y resolver los demás problemas", adelantó el  pontífice al ser recibido por las autoridades palestinas, y calificó de "inaceptable" la situación creada por el conflicto israelopalestino.

El mandato de Peres a la presidencia israelí termina el 27 de julio.

ORACIÓN FRENTE AL MURO DE LA SEPARACIÓN 

El papa tuvo otro gesto sorprendente, al hacer una parada no programada en  el muro de separación entre Cisjordania e Israel, un mensaje fuerte y simbólico  como los que suele realizar desde que fue elegido en marzo del 2013.

Francisco bajó de su coche y se detuvo unos minutos para rezar frente al alto muro de hormigón, en un lugar donde hay una torre de vigilancia, poco  después de haberse reunido con Abas.

Con el rostro conmovido, el pontífice rezó durante varios minutos en silencio mientras tocaba el controvertido muro con alambradas, emblema de la  separación entre los dos pueblos, un gesto espontáneo que ningún pontífice había realizado hasta ahora.

Una pancarta resumía el llamamiento de los palestinos: "Papa, necesitamos hablar con alguien de justicia".

La edificación del muro, que Israel reivindica para frenar los atentados, comenzó en 2002 y ha sido considerada ilegal por la Corte Internacional de  Justicia.

"La incomprensión entre las partes produce divisiones, sufrimientos, éxodo en comunidades enteras" lamentó el papa en su discurso.

Belén se convirtió este domingo en una suerte de capital del "Estado de  Palestina", que el Vaticano reconoce oficialmente desde 2012.  El papa defendió  de nuevo la posición de la Santa Sede a favor de la creación de "dos Estados".

"Que se redoblen pues los esfuerzos y las iniciativas para crear las condiciones de una paz estable, basada en la justicia, en el reconocimiento de  los derechos de cada uno y en la recíproca seguridad", pidió en su primera  visita a la región.

Por su parte el líder palestino Mahmud Abas acusó a Israel de intentar "expulsar" a los palestinos, tanto cristianos como musulmanes, de Jerusalén  Este, anexionado por el Estado hebreo.

La histórica visita de tres días del papa argentino a Tierra Santa, organizada para conmemorar el 50 aniversario del histórico encuentro entre  Pablo VI y el patriarca ortodoxo Atenágoras, se está convirtiendo en un llamamiento por la paz en Medio Oriente.

En su intensa jornada, iniciada en la ciudad donde según la tradición nació Jesús, el papa denunció las condiciones "deshumanas" en las que viven los niños  en todo el mundo.

Francisco inició el sábado en Jordania su periplo en Tierra Santa. Luego se trasladará en helicóptero a Tel Aviv y de allí a Jerusalén para reunirse con el  patriarca de Constantinopla, Bartolomeo I, jefe espiritual de los ortodoxos.

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