Jeremías Israel irá al Dakar como piloto oficial

El penquista volverá a ser el único chileno en un equipo de punta: Honda. "Más allá de lo que entregan, valoro la confianza", explica.




Jeremías Israel sabe que ser parte de un equipo oficial es una ventaja enorme en un Dakar. Ya este año, el penquista fue parte del cuarteto titular de Honda en la clásica todoterreno, una experiencia que repetirá en la próxima edición. "El MOU (acuerdo) está y no se cierra por internet. Lo vamos a firmar ahora, cuando vaya a Barcelona, el 14 de abril", explica Israel. España será escala, también, para su primer desafío de la temporada con los colores de la casa japonesa, en Qatar.

El acuerdo le asegura al chileno un puesto en el equipo para el próximo Dakar. "Eso dice el contrato", asegura el piloto.

Israel comenta que la tranquilidad llega en un buen momento: "Estoy sano; el año pasado, en esta fecha, las dudas no eran si iba a tener un equipo o moto en qué correr, sino si iba a poder volver a andar en moto.  Ahora puedo enfocarme en trabajar duro".

Eso sí, aún no está claro cuál será el calendario exacto. "Es súper volátil. Después de Qatar lo único seguro es Marruecos, que es la previa al Dakar, donde se prueban las últimas cosas. También iría a alguna fecha en Sudamérica, como el Ruta 40. Son opciones que se ven una vez que se conozca el recorrido final del Dakar".

Israel seguirá siendo parte del equipo titular, aunque no comparte el concepto de "mochilero". "No tengo claro cuál va a ser finalmente la estructura, pero mi acuerdo sigue siendo con la misma misión, ganar. Hay comentarios de personas que no tienen mucha información y que se quedan con eso del mochilero. Hoy, en el Dakar, no hay mochileros, como en Africa; sí hay un trabajo de equipo, donde todos empujamos hacia un líder claro, que puede cambiar, como este año, que era Joan Barreda y, después, Paulo Gonçalves".

Como nombre de Honda, Israel podrá, además, aportar al desarrollo de la moto, algo que en 2014 no pudo hacer por el poco tiempo que tuvo para probar la máquina. "Depende mucho de la iniciativa propia. Hay un equipo de ingenieros japoneses que está abierto a escuchar las opiniones de todos los pilotos".

En lo emocional, el penquista asegura que ser el único chileno en un equipo oficial de punta es como un sueño. "Ser apoyado por una marca va más allá de lo que entregan, sino que es la confianza que hay detrás. Y lleva eso a magnitudes en que la fábrica y un equipo, que quizás siempre miraste hacia arriba, toma la opción de llevarte adelante como piloto oficial, que no son 20, son cuatro. Es un sueño, como cuando era niño", concluye Israel.

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