Jorge González muestra sus primeras imágenes tras infarto en emotivo video

Hoy se estrena el clip de su single Nada es para siempre, que incluye una imagen actual del músico. "Es brillante, luminoso y me dan ganas de verlo muchas veces", dice el cantante.




Un quiebre. Un resumen de su vida pasada empalmada con el presente. Esa fue la idea central tras el video de Nada es para siempre, el más reciente single de Jorge González -estrenado en marzo- y que supuso su primera gran novedad tras el infarto cerebrovascular diagnosticado un mes antes.

De hecho, el registro audiovisual se estrena esta noche y amplifica aún más ese ímpetu gradual de reaparición que el músico viene fraguando desde hace algunas semanas: el clip presenta sus primeras imágenes luego de los problemas de salud que hoy lo tienen bajo un extenso proceso de rehabilitación. Si su participación como invitado del nuevo álbum de Gonzalo Yáñez -que se empezará a grabar en junio- establece su retorno a los estudios de grabación, la aparición en el video de su último sencillo asoma como la primera huella de su paulatino resurgimiento a nivel masivo.

Un esfuerzo en sincronía con el carácter revisionista del proyecto. Dirigido por el comediante Pedro Ruminot (amigo del sanmiguelino) y el realizador Robert Díaz, el clip muestra a un niño que recorre en la actualidad los sitios esenciales de la bitácora personal y artística del cantautor, como el ex Liceo 6 de San Miguel donde conoció a Claudio Narea y Miguel Tapia; su casa de Beauchef donde se hizo el video de Sexo; y una serie de planos de la Estación Central, el reducto donde se dio vida a Tren al sur.

Además, hay recreaciones de algunos de sus mayores himnos en solitario: la secuencia parte con el menor -llamado Dante Muñoz- en un refugio construido sobre unos arbustos, en evidente guiño a Mi casa en el árbol; y en una de sus escenas finales, el mismo protagonista luce un disfraz felino, tal como el ex Prisionero lo vistió en Carita de gato.

Sobre el final del registro de Nada es para siempre, asoma una imagen del propio González en la actualidad, captada hace dos semanas en una plaza de la capital. La lógica es muy similar a la de Free as a bird, ese single póstumo de The Beatles cuyo video exhibía las calles y los rincones que habían visto crecer y habían inspirado al cuarteto de Liverpool.

"Me gustó mucho el video. Es brillante, luminoso y me dan ganas de verlo muchas veces. De verdad, me encantó", dice González a La Tercera, en una declaración enviada a través de su mánager.

Díaz comenta: "La idea la empezamos a trabajar después de que se detectara la enfermedad de Jorge, por lo que fue algo muy delicado.  Ante eso, queríamos hacer algo biográfico, que diera cuenta de una vida anterior formada por todos esos elementos, pero que se abriera a una etapa nueva, que es lo que representa este single. Algo más esperanzador. Por eso también termina con el niño disfrazado de gato, porque es la idea de Jorge con siete vidas y, tras esta enfermedad, con una nueva oportunidad para vivir". El profesional también agrega que los instrumentos que aparecen en la producción fueron cedidos por la banda tributo Los Sudacas, quienes coleccionan los mismos modelos de bajos y guitarras utilizados en los 80 por el hombre de El baile de los que sobran.

"A él le pareció muy bonita toda esta idea de un viaje por su vida", agrega Ruminot. Luego profundiza: "Cualquiera puede pensar que es algo así como un video póstumo, pero nosotros quisimos transmitir todo lo contrario: que la nueva vida de Jorge, después de haber pasado por tantas cosas, lo muestra sonriendo, tranquilo, recuperándose. La imagen final encarna eso, el decir 'acá estoy y son inmortal' ".

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