Justicia apuesta a nueva cárcel para reducir hacinamiento en la Región del Maule

Se espera que recinto esté operativo en 2012.




Un impacto decisivo para reducir el elevado hacinamiento que presentan los actuales 11 penales de la Región del Maule tendrá el nuevo Centro de Cumplimiento Penitenciario (CCP) de carácter concesionado que se construirá en el sector rural de Panguilemo, al norte de Talca, lo cual lleva a las autoridades del sector justicia a pensar en dicha perspectiva para mejorar sustantivamente las actuales condiciones de vida de los reos de la zona.

Así lo indicó el secretario regional ministerial de Justicia, Daniel Vergara, una vez conocido el informe emitido por el fiscal judicial de la Corte de Apelaciones de Talca, Moisés Muñoz, respecto a las condiciones de infraestructura y sobrevivencia de los internos de todas las cárceles que existen en la región.

La autoridad dijo que la situación actual atenta no sólo contra los derechos humanos básicos de los reos, sino que también es una traba insalvable para la reinserción social.

En este sentido, la inspección de dicha autoridad judicial constató que, en el caso de Talca, existe más del doble de los reos para la cual fue construida la actual cárcel, a ello se agrega el riesgo de incendios en los penales de San Javier y Chanco, además de peligros incluso de fuga en la cárcel de Constitución. De hecho, la única excepción es el nuevo centro penitenciario de Cauquenes.

Al respecto, el seremi de Justicia subrayó que, en términos de plazos y avances, el proyecto de nueva cárcel concesionada para la ciudad se encuentra actualmente en etapa de elaboración del diseño y se espera terminar la licitación de la construcción a fines de año, para que en 2012, se encuentre completamente operativo.

"Ello nos va a ayudar a descongestionar el sistema carcelario en su globalidad, en toda la región, por cuanto en la nueva cárcel vamos a tener reos que cumplen condena, dando paso a que en las unidades penales actuales tengan principalmente a imputados, es decir, personas que están a la espera de un juicio", apuntó.

En cuanto a los cortes programados de luz y agua en las cárceles, la autoridad subrayó que se trata de una medida orientada a racionalizar el uso de recursos, agregando que "el constante aumento de la población penal ha elevado el gasto, aunque el presupuesto está acotado y no se puede agotar en forma anticipada", consignó El Centro.

"Por este motivo, los jefes de los penales han sido instruidos para efectuar un racionamiento de los servicios eléctricos durante el día y de agua en la noche. También hemos detectado un elevado derroche, provocado por los daños que causan los propios reos, además del uso indiscriminado de aparatos eléctricos", indicó el seremi.

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