Karadima, caso Zamudio y Paul Schäfer: el cine chileno se enfrenta a la realidad

Este año se desarrollan paralelamente varias películas que usan conocidos casos policiales para contar nuevas historias. Algunas de ellas son El bosque de Matías Lira, Niño nadie de Fernando Guzzoni y A la sombra de los árboles de Matías Rojas.




No. No es una noticia nueva. Desde que el cine chileno existe, la realidad llena sus pulmones y los casos policiales irrigan sus arterias. Miguel Littin hizo su primera y mejor película, El Chacal de Nahueltoro (1969), basándose en la tristemente célebre vida de Jorge del Carmen Valenzuela, el hombre que asesinó a una mujer y sus cinco hijos a hachazos y que tras ser rehabilitado en una cárcel de Chillán terminó ante el pelotón de fusilamiento el 10 de abril de 1963.

Pero en ese momento la cinta de Littin fue un caso aislado. Ahora, a 45 años de aquel hito, la filmografía local es mucho más dinámica: sólo en el 2014 hay varios proyectos inspirados en conocidos hechos reales. Al menos cinco títulos (entre proyectos, inminentes rodajes y filmaciones en curso) abordan algunos emblemas del Chile policial, moral y político.

De todas estas, la más próxima es El bosque, largometraje de Matías Lira inspirado libremente en el caso del sacerdote suspendido de sus funciones Fernando Karadima. Con estreno para el segundo semestre de 2014, la cinta recibió 157 millones de pesos del Fondo Audiovisual en el 2012. En el guión participaron José Andrés Murillo, uno de los denunciantes de los abusos sexuales de Karadima; Elisa Eliash, realizadora de la cinta Mami te amo, y Alvaro Díaz, guionista y co-creador de 31 minutos.

Matías Lira, que antes hizo Drama, dirige entre otros a Luis Gnecco en el rol del sacerdote Fernando Karadima y a Benjamín Vicuña como James Hamilton, el médico gastroenterólogo que ha sido uno de los denunciantes más visibles en el caso del cura de la parroquia de El Bosque. Lira ha evitado referirse en detalle a su trabajo, pero cuando a fines del año pasado obtuvo fondos del CNTV afirmó a La Tercera: "Este proyecto no está atacando a instituciones, sino a personas. Hay un espíritu en la sociedad de querer que las cosas se sepan, que ocurran y que avancemos".

También utilizando un caso real, aunque sólo como punto de partida para entrar a otra dimensión narrativa, se ubica Niño nadie, de Fernando Guzzoni. El realizador de Carne de perro parte del asesinato homofóbico de Daniel Zamudio en 2012 para hacer un retrato de la subcultura juvenil santiaguina actual, distanciada del mundo de los adultos, conectada a otros referentes.

"Hemos hecho una larga investigación y hay guiños y una reflexión sobre el asesinato de Daniel Zamudio, pero lo nuestro no es una biografía ni nada similar", dice Guzzoni sobre la obra que debería empezar su rodaje en el segundo semestre. "Contamos la historia desde el punto de vista del padre, que será interpretado por Alejandro Goic. El nació en los años 50 y su punto de vista se enfrenta al de su hijo, que es un chico de la edad que tenía Daniel Zamudio. Hay un choque generacional: el muchacho no define su vida solamente en términos políticos como era antes, sino que también hay una rebelión desde la sexualidad", explica el director.

Guzzoni, que fue premiado en San Sebastián por Carne de perro, afirma que la investigación del asesinato de Daniel Zamudio también le sirvió para abordar otros tópicos : "Nos interesa mostrar una cultura juvenil que se expresa en los espacios públicos, que se toma las calles, que se puede ver desde los skaters hasta los otakus". Niño nadie tiene guión del propio Guzzoni, con la colaboración de Pedro Peirano, y es una coproducción entre Chile, Francia, Alemania y Colombia.

Recurriendo al mismo hecho luctuoso, el cantautor Alex Andwanter prepara su debut en la dirección de cine. Se trata de un guión propio, que estuvo preseleccionado en el Directors Lab de Sundance y que, a diferencia del trabajo de Guzzoni, se atiñe más estrictamente a la historia del malogrado muchacho. La figura del padre, en cualquier caso, también es importante en esta cinta, todavía sin fecha de rodaje.

A ellos se sumaría El Tila: fragmentos de un sicópata, de Alejandro Torres, un filme que reacrea la historia de Roberto Martínez Vásquez. Imputado por robo con violación, secuestro calificado y homicidio en 2002, se suicidó en la cárcel, con 26 años. La cinta cuenta con las actuaciones de Daniela Ramírez, Nicolás Zárate y Daniel Alcaíno

Figura fantasmagórica durante 30 años desde que estableciera en 1961 la Colonia Dignidad en las cercanías de Parral, Paul Schäfer comenzó a conocerse públicamente con la llegada de la democracia. En rigor, lo que empezó a saberse fueron las denuncias por abusos sexuales interpuestas por varios ex miembros de esta comunidad cerrada.

Todo ocurrió a espaldas de la sociedad chilena, en un entorno de vegetación idílica, buscando reproducir un pueblito bávaro. Justamente este paisaje le interesa mantener al realizador Matías Rojas Valencia en su cinta A la sombra de los árboles.

Director de Raíz, también ambientada en el sur y ganadora de la competencia chilena en Valdivia 2013, Rojas usará el caso de Schäfer para ir un poco más allá. "Lo más importante de recurrir a la realidad es tomarla como referente para que el director tenga un propio punto de vista, con una nueva propuesta. En mi caso, cuento la historia de Paul Schäfer pero desde el punto de vista de un niño", dice Rojas.

El director participará en las próximas semanas en el Atelier del Festival de Cannes, instancia que permite lograr contactos con eventuales productores y postular a fondos de cine europeos. "Recrearemos Colonia Dignidad, pero no cerca de Parral, sino que más al sur, en la Décima Región. Es una ficción inspirada en hechos reales. Mi trama se desarrolla en los años 90 y sucede durante un invierno: es cómo un niño percibe la Colonia, cómo ve a Schäfer y cómo se relaciona con los otros miembros de esta comunidad", dice el director egresado de la Universidad Mayor.

Próximo a estrenar Raíz en agosto, Rojas pretende rodar a principios del 2015, una vez que haya logrado al actor que interpretará a Schäfer. "Debería ser un alemán. Es una coproducción", puntualiza.

Un poco más al norte, en una localidad cercana a Temuco, transcurrieron los hechos que inspiran La princesita, de Marialy Rivas. La historia original de la que parte este trabajo es el de una secta de Vilcún: hablaban en arameo, tenías velas y crucifijos, adoraban a un chivo negro y cobijaban como su más grande tesoro a una niña de 11 años a la que decían "La Princesa". Para este grupo desbaratado por a PDI en junio del 2010, ella era una suerte de elegida ante la inminente llegada del fin de los tiempos. La película, apoyada por Sudance en el año 2010, debería rodarse en el segundo semestre o a principios del 2015.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.