La batalla del mediocampo en el Marcaná

Javier Mascherano fue la principal figura argentina al contener los embates de Alemania, mientras que Schweinsteiger generó juego y Lahm hizo dudar a Marcos Rojo. El estado físico también fue factor en la final.




Durante el primer tiempo, Alemania dominó la banda derecha en los pies de Philipp Lahm, quien le ganó permanentemente los mano a mano a Marcos Rojo y aprovechó su experiencia en el Bayern Munich como volante central para aventurarse en terreno argentino y generar juego.

Por su parte, el equipo de Alejandro Sabella se comió la banda izquierda con un activo Ezquiel Lavezzi que logró una tarjeta amarilla para Benedikt Höwedes. El "Pocho" fue reemplazado en el entretiempo y la defensa alemana ganó en estabilidad, mientras que Argentina perdió sorpresa.

Una de las tónicas del encuentro fueron las constantes posiciones de adelanto, lo que reflejó el buen trabajo defensivo de ambos elencos y el riesgo que quisieron correr ambos entrenadores.

Bastian Schweinsteiger fue el gran generador de juego alemán y el gran responsable de que los germanos empujaran la pelota lo más cerca posible del arco de Argentina. Tony Kroos ayudó a los europeos en los cambios de frente, a pesar de que el equipo albiceleste se mantuvo atento.

En Argentina, Javier Mascherano se encargó de detener el ataque alemán antes de que los de Löw pisaran el área de Sergio Romero. Esta fue la constante defensiva argentina, achicando los espacios del ataque alemán.

La posesión de balón favoreció ampliamente a Alemania con un 60% contra un 40% de Argentina al final de los 90' minutos. Sin embargo, el medio campo argentino conformado por Biglia, Pérez y Mascherano y la poca solvencia de la delantera germana impideron la apertura de la cuenta en los 90'.

En la prórroga, el tema físico fue notorio: Argentina venía de jugar los últimos dos partidos con alargue y con un día menos de descanso, lo que se notó. Alemania dominó el juego con un Lahm posicionado en campo rival por la banda derecha, con Schweinsteiger armando jugadas desde la línea defensiva y con André Schürrle como principal agente ofensivo. De hecho, un centro suyo le permitió anotar el gol a Mario Götze.

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