La candidata inesperada

Carolina Goic

De militancia tardía, ex "colorina" y ex "bacheletista", Carolina Goic llegó inesperadamente a la presidencia de la DC, e inesperadamente se convirtió en candidata presidencial. Su liderazgo público, empático y cercano, se confunde con un estilo pragmático que ha dado giros en busca de aquella anhelada identidad DC.




De militancia tardía, ex "colorina" y ex "bacheletista", Carolina Goic llegó inesperadamente a la presidencia de la DC, e inesperadamente también se convirtió en candidata presidencial. Su liderazgo público, empático y cercano se confunde con un estilo pragmático que ha dado giros en busca de aquella anhelada identidad DC.

Vestida de riguroso negro y ataviada con una cadena que sostenía una pequeña cruz. Con voz firme, pese al frío de abril. Carolina Goic llevaba poco más de 20 días como presidenta de la DC cuando tuvo que enfrentar un momento particularmente sensible para su partido: el fallecimiento del ex Presidente Patricio Aylwin. Lo que podría haber sido un protocolar y rutinario discurso de despedida, se convirtió en el punto de partida. En medio del frío y de ondeantes banderas azules, esa mañana del 22 de abril de 2016 pidió perdón a nombre de la clase política por los abusos de poder, las faltas a la ética y por la traición a la confianza depositada por los chilenos.

Lo que podría haber sido interpretado como un discurso oportunista, fue visto como una piedra fundacional que selló a fuego el nombre de la senadora por Magallanes en el corazón del militante DC.

Para el ex timonel de la falange Gutenberg Martínez, ese momento marcó un hito en la carrera política de Goic: "Ese fue un minuto muy especial, porque todos los militantes estaban pendientes de ese acto y estaban emocionalmente muy ligados. Por tanto, todo el mundo tomó eso en un minuto de sobrecogimiento, y lo que dijo le llegó al corazón a todos. Yo creo que ahí partió su despegue".

El tono natural de su voz, la convicción y la entereza mostrada desde ese púlpito hicieron creíble su llamado. El crecimiento de su liderazgo al interior de la DC fue fulminante y se instaló la idea de que el partido por fin conseguía esa figura presidencial tan esquiva en los últimos años. Hasta ahí su nombre había asomado tibiamente, pero no estaba en los planes de nadie, pues en la DC no había mucho ánimo para pensar en figuras presidenciales tras el fracaso de Claudio Orrego en 2013.

Aunque según la última encuesta CEP su conocimiento público está bajo el 50% (48%), hay episodios conocidos de su vida: hija del histórico militante Pedro Goic y, por ende, sobrina del obispo de Rancagua y presidente de la Conferencia Episcopal, Alejandro Goic; su formación política se forjó al alero de Adolfo Zaldívar y su corriente de los "colorines" en la DC, quien fue pieza clave de su llegada al Congreso en 2006 como la primera mujer parlamentaria de la Región de Magallanes, y uno de los que la motivó a militar seis años antes, tras la sorpresiva muerte de su padre.

Esa militancia tan tardía (casi a los 30 años) es la que algunos le enrostran a la hora de debatir sobre su identidad partidaria. Sus aliados dicen que el gesto más claro de su compromiso partidario ocurrió en 2007: fue la única diputada de los "colorines" que no renunció al partido tras la decisión del tribunal supremo de la DC de expulsar a Adolfo Zaldívar, luego que este se alineara con la oposición para rechazar el presupuesto del Transantiago y destinarle mil pesos al sistema de transporte capitalino.

Carolina Goic sigue siendo "colorina" hasta el día de hoy, corriente que hoy lidera el diputado Fuad Chahín. Aunque en el partido dicen que Goic ha mostrado un liderazgo por sobre las tendencias, hay sectores que la miran con recelo. Como diputada (dos veces) y después como senadora, ha mostrado posiciones más cercanas al ala más de izquierda de la DC, cultivando fuertes lazos con el mundo de los "chascones". Prueba de ello fue su amistad y cercanía con el ex senador Mariano Ruiz-Esquide. Fue precisamente él quien, como médico, la orientó en una de sus más duras batallas: en 2012 fue diagnosticada por un cáncer linfático que la obligó a ausentarse casi un año de la actividad política, del que se recuperó refugiada en su Magallanes natal.

Su regreso se vio coronado un año después con su llegada al Senado con el 38% de los votos en la circunscripción más austral del país. Su recuperación en el ámbito personal y político conmocionó a quienes comparten con ella la actividad política.

Iniciado el segundo gobierno de Bachelet, destacó su aporte en las comisiones de Trabajo y Salud del Senado. Esta última la presidió el año pasado y le trajo su primera gran polémica como presidenta de partido: su voto fue clave para aprobar la idea de legislar el proyecto de aborto en tres causales. La actuación de Goic fue como un mazazo para los sectores del partido contrarios al proyecto, liderados por la ex senadora Soledad Alvear, quien incluso la llamó a "recapacitar". Antes, en la reforma laboral se había cuadrado con las posturas más cercanas al PPD y el PS, como el rechazo al reemplazo en huelga.

Su llegada a la presidencia de la DC, luego de la compleja renuncia de Jorge Pizarro, tras la vinculación de sus hijos con pagos irregulares de parte de SQM, forjó, según quienes la conocen, un carácter nuevo en Goic. La imagen de liderazgo empático, amable y dócil, que gran parte de la militancia creía reconocer, quedó atrás y durante los últimos meses de 2016 mostró un temple sorprendente al "congelar" relaciones con La Moneda tras los resultados municipales y una serie de desavenencias por los acotados cambios de gabinete realizados por Bachelet. Goic pedía a la Presidenta un cambio de rumbo en el gobierno, lo que llevó a resentir su cercana relación con Bachelet. Hasta ese minuto, la senadora por Magallanes era considerada una de las pocas "bacheletistas" duras del partido. Este nuevo perfil le permitió mejorar su relación con figuras de sectores del ala más tradicional del partido como Gutenberg Martínez y Mariana Aylwin, con quienes incluso exploró la posibilidad de una alianza para reelegirse en diciembre pasado. Aunque estuvieron lejos de un acuerdo, hoy existe un canal de comunicación con ese mundo que hace viable el equilibrio en favor de su candidatura.

Goic presentó una lista con quienes hoy son sus más cercanos en la DC: los diputados Matías Walker y Sergio Espejo, ambos de reconocida pertenencia en el sector de los "príncipes". Tras arrasar con más del 66% de los votos en su primera elección interna en enero pasado, su camino hacia una candidatura presidencial quedó cimentado. Hoy Goic se ha convertido en un factor de unidad DC. Así lo resume el ex ministro Jorge Burgos: "Perseverancia, aplicación, voluntad, y la dosis de ambición indispensable, le han permitido llegar a la grilla de largada. Ahora vendrán pruebas más duras".

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