La historia de Facebook desde adentro

A diferencia del libro en que se basa la exitosa película que ya cuenta con ocho nominaciones al Oscar, The Facebook Effect fue aprobado por Mark Zuckerberg, quien es descrito en el texto como desgarbado, sin interés por la riqueza y visionario no tradicional.




TERMINABA EL VERANO del año 2006 en EE.UU. cuando el veterano periodista David Kirkpatrick recibió un inesperado llamado en su oficina del periódico Fortune. Al otro lado del teléfono, una persona que se identificó como agente de relaciones públicas le pedía reunirse con el joven gerente de una empresa tecnológica de apenas 22 años. El personaje en cuestión no era otro que Mark Zuckerberg, el creador de una red social en internet cuyo nombre, hasta ese momento, apenas comenzaba a ser reconocido entre los expertos que trabajaban en el ambiente tecnológico a mediados de la década pasada: Facebook.

"Sabía muy poco del sitio, pero me pareció que podía ser interesante y accedí a hacer la entrevista", escribió Kirkpatrick, quien se reunía de manera rutinaria con líderes de compañías tecnológicas como parte de su trabajo de reportero especializado. Pero al llegar a Il Gattopardo, el restaurant italiano de moda en el centro de Manhattan donde habían acordado reunirse un día antes, al periodista le resultó difícil creer que estaba ante la presencia del gerente de una compañía que crecía y crecía en importancia.

Esta es una de las historias que David Kirkpatrick relata en su libro El Efecto Facebook, publicado a fines del año pasado y en el cual realiza un pormenorizado relato de cómo surgió la compañía que, asegura, se transformó en la que más rápido ha crecido en toda la historia. Lo interesante de esta versión de la historia es que, a diferencia de otros libros como Millonarios por accidente, que inspiró el exitoso filme The Social Network, el libro de Kirkpatrick fue escrito "desde adentro", con la directa participación de Zuckerberg y otros 128 entrevistados que tuvieron que ver con la fundación y posterior auge de la red social que hoy atrae a más de 500 millones de personas en todo el mundo.

Joven y desgarbado

Pero hace cuatro años, durante aquel primer encuentro en el Gattopardo, el autor asegura que nada en el fundador de Facebook habría permitido predecir ese vertiginoso ascenso. "El vestía jeans y una polera sencilla con la imagen de un pequeño pájaro en un árbol. Parecía increíblemente joven para mí. Luego abrió la boca y, usando un tono de máxima seriedad espetó: 'Somos una herramienta utilitaria. Estamos tratando de incrementar la eficiencia con que la gente entiende el mundo. No buscamos que pasen más tiempo en nuestro sitio", le aclaró Zuckerberg.

Abundante en detalles y descripciones, Kirkpatrick dice que llamó profundamente su atención la mirada taciturna de Zuckerberg, así como el hecho de que sólo se mostraba interesado en alardear acerca de su compañía y su particular visión sobre el papel que debía jugar internet en el mundo. Nada de chistes, nada de risas, nada de bromas en el intertanto como suelen hacer los jóvenes a esa edad. Su imagen, enfatiza, lo mostraba como un joven desgarbado: siempre con polera, casaca y unas sandalias Adidas de esas que se usan para salir de la ducha que llevaba casi todo el tiempo, sin importar si fuese invierno o verano.

Pese a ello el autor no trepida en describirlo como un "visionario" y "líder" competitivo, capaz de atraer a las mujeres usando sólo su "confianza, humor e irreverencia". Muy distinto a la imagen que proyecta The Social Network, donde Zuckerberg aparece como un genio, pero uno que se involucra en las redes sociales por despecho, que se muestra siempre preocupado de conseguir "chicas" y que logra abrirse paso junto a su naciente empresa a fuerza de traiciones.

El incipiente Facebook

En su relato, Kirkpatrick dice que Thefacebook.com -como se llamó originalmente el sitio- nació como un proyecto al interior de la U. de Harvard en 2004, más que como una plataforma para lograr "vengarse" de su ex novia como retrata el filme. Dice que por aquellos años los estudiantes tenían que recurrir a imágenes impresas para conocer quiénes eran los novatos que entraban en la Universidad, las que estaban dispersas a través de muchos directorios a través de la institución. A pesar de que Zuckerberg nunca fue un joven particularmente interesado en desafiar a la autoridad, el sitio habría comenzado como su propia "revuelta personal" contra la negativa de Harvard a llevar toda esta información a la web, escribe el periodista.

Según el libro, fue así que Zuckerberg puso su sitio en línea, alcanzando un rápido éxito entre los estudiantes. "Poco a poco decíamos oh, más campus están interesados en el sitio y okay, más personas quieren ser parte de esto...y seguimos creciendo y creciendo. Dijimos wow" fueron las palabras del propio fundador de Facebook durante una de aquellas primeras conversaciones cuando el periodista le preguntó qué había ocurrido cuando lanzaron el sitio.

A diferencia de la teoría expuesta en el filme, donde las demandas de sus ex compañeros de universidad que lo acusan de "robarles la idea" dan a entender que Zuckerberg se aprovechó hábilmente de la situación, el libro sostiene que la idea tras Facebook fue precisamente lo contrario: la transparencia. En sus conversaciones con el fundador del sitio, este dijo a Kirkpatrick que que la idea surgió de las conversaciones con sus compañeros de habitación en Harvard, todos jóvenes e idealistas.

"Hablabamos sobre el poder para la gente y acerca de cómo podíamos llevar transparencia al mundo. Pensabamos que internet tenía el potencial para hacer eso, gracias a su capacidad para almacenar y compartir información. Pero nunca pensamos que seriamos parte de ese cambio", le dijo Zuckerberg al autor del libro.

El "efecto Facebook"

Una visión más bien romántica que Kirkpatrick desarrolla in extenso en la segunda parte del libro, donde se refiere al efecto "propagador" de información de la red social más grande del mundo. Gracias a este efecto, el efecto "Facebook, los individuos tienen ahora la capacidad de iniciar las comunicaciones más allá de los medios y canales tradicionales, como la radio, los periódicos o la televisión. Así se propagan campañas humanitarias, modas, problemas e incluso la publicidad, dice el autor. Todo ocurre directamente de una persona a otra. "En Facebook cada persona puede ser un editor, un creador de contenidos, un productor o un distribuidor", escribe.

Y esto está siendo aprovechado no solo por los usuarios, sino también por industrias como la de los videojuegos, con plataformas que son jugadas hasta por 30 millones de usuarios a la semana.

El libro también muestra a un Mark Zuckerberg cuya única motivación era "que las cosas se hagan de una vez". En una de las anécdotas que relata, Kirkpatrick cuenta que durante su primer encuentro le pareció que pese a su vestimenta, el creador de Facebook hablaba con la prestancia de los grandes gerentes de empresas: "Pareces un CEO innato", le dijo y Zuckerberg se lo tomó como un insulto. "Nunca quise dirigir una compañía", respondió minutos después, cuando la conversación ya giraba en otra dirección. "Para mí un negocio es un buen vehículo para que las cosas se hagan de una vez", agregó.

El resto es historia conocida. El 20% de los usuarios globales de internet están en Facebook, con una tasa de crecimiento de 5% mensual y con usuarios que en promedio pasan una hora al día usando el servicio. En libro también se menciona el caso de países como Chile y Noruega, cuyo número de usuarios es superior, proporcionalmente, al de Estados Unidos, concluye David Kirkpatrick

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