La última carta de Copec para impulsar proyecto Las Salinas

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El grupo Angelini sufrió un nuevo revés en su proyecto inmobiliario. La autoridad ambiental de Valparaíso decidió terminar de forma anticipada la evaluación por falta de información calificada como "esencial". La empresa apelará la resolución para retomar el proceso de tramitación ambiental.




En Copec no pierden la confianza de que cumplirán con las exigencias necesarias para desarrollar el anhelado proyecto inmobiliario Las Salinas. Las 15,8 hectáreas que hace más de un siglo la petrolera junto con Shell, Sonacol y Esso utilizaban para el almacenamiento de combustible.

Es que la iniciativa, que requerirá de una inversión de US$ 797 millones, sólo estuvo dos meses en evaluación ambiental. Esto, porque el pasado jueves la autoridad ambiental de Valparaíso decidió poner término anticipado al proceso de tramitación, por falta de información crucial relacionada con el transporte de la tierra calificada como peligrosa, la que sería llevada por la firma hacia San Felipe y Quillota.

La decisión tomó por sorpresa al gerente general de Inmobiliaria Las Salinas, Arturo Natho, sobre todo porque con este estudio -el segundo que se presenta al Servicio de Evaluación Ambiental (SEA)-, la firma se estaba jugando su última carta para avanzar en la iniciativa que busca transformar el terreno estéril de Las Salinas en un polo de desarrollo. Y también, porque según el ejecutivo, el nuevo estudio presentado en marzo pasado cumplía con todas las exigencias nacionales e internacionales relacionadas con la limpieza del paño, con el fin de obtener el permiso para uso inmobiliario.

Este paso es crucial para asegurar que la construcción del proyecto no representará riesgos para la salud de los habitantes de los futuros edificios que se levanten en la zona que pretende unir el barrio Santa Inés con el borde costero de Viña del Mar.

Incluso, el año 2014 se realizó un nuevo muestreo del terreno, dado que los primeros análisis tenían una data de 16 años, con el fin de disminuir la desconfianza que existe sobre el proceso de descontaminación tanto de la tierra como del agua subterránea. "Todos los procesos de remediación o limpieza darán cuenta de que el nivel de contaminación de Las Salinas es muy bajo.

Si bien hay tierra que está con presencia de hidrocarburos, eso no significa que esté con concentraciones que generen problemas. De todas maneras, lo que estamos haciendo es retirarlas", relata Arturo Natho.

*Cuestionamientos

Y es precisamente la tierra que será retirada, 283 mil metros cúbicos, la que fue cuestionada por la autoridad regional, por "no presentar los antecedentes que puedan dar cuenta del potencial impacto que se generaría sobre los asentamientos o grupos humanos en la ruta de transporte, y en los sectores cercanos a los accesos de los sitios de destino final, que permitan justificar la inexistencia de los efectos sobre la salud de las personas".

La empresa no comparte la decisión de la autoridad, "dado que, a nuestro juicio, no se cumplen las condiciones que establece la ley para su aplicación", indica Natho.

Añade que "más aún, no se condice con la evaluación realizada por los 15 servicios que han analizado el proyecto hasta ahora, en circunstancias que ninguno de ellos expresó el requerimiento de dar término anticipado al proceso del EIA, tal como lo exige la ley".

Según el ejecutivo, los motivos expuestos por la autoridad ambiental podrían haber sido aclarados dentro del propio proceso de evaluación, sin necesidad de terminar con él. Sin embargo, el SEA señala explícitamente en su resolución que esta información "no puede ser aclarada, rectificada o ampliada y, por lo tanto, no puede ser subsanada mediante adendas".

Pero el grupo Copec insistirá en desarrollar Las Salinas. De hecho, Natho adelanta que "como empresa utilizaremos las herramientas legales y administrativas disponibles para tratar de revertir esta decisión del organismo local".

La primera es presentar dentro de un plazo de cinco días un recurso de reposición ante el SEA, y si esa instancia no perdura, interpondrían un recurso de invalidación ante la dirección ejecutiva del servicio ambiental. Las últimas instancias serían recurrir al Tribunal Ambiental y a la justicia civil, acciones que también están siendo analizadas.

*Impacto del proyecto

La apuesta del grupo por el desarrollo del paño antes usado como acopio de combustible fue más allá y el año pasado encargaron a la Universidad Adolfo Ibáñez un estudio para medir el impacto de Las Salinas en el Gran Valparaíso.

El informe -elaborado por el Centro de Economía y Política Regional, junto con el Centro de Inteligencia Territorial de la universidad- arrojó que su construcción generaría un impacto económico de US$ 2.120 millones para la localidad.

De este monto, US$ 484 millones se generarán por salarios y otros US$ 665 millones por excedentes de explotación e impuestos. En total son US$ 1.149 millones, que por los ocho años que se extenderá el proyecto implicará un alza de 8% del PIB del área de construcción de la región, según las conclusiones del estudio.

*Alza de la plusvalía

Otro efecto que mostró el estudio de la Adolfo Ibáñez es el aumento en el valor del m2 de los terrenos aledaños a Las Salinas.

Por ejemplo, en la primera línea de impacto -que considera los primeros 500 metros desde el borde costero-, el cálculo de los expertos arrojó que el valor del metro cuadrado subiría 14% (UF 154), si se construye en Las Salinas, porcentaje que se compara con el alza de 25% (UF 185) que se proyecta si se levantan oficinas y el aumento de 37% (UF 194) si Merval construye en la zona la estación de Metro proyectada a futuro.

En términos generales, el estudio concluye que el proyecto que impulsa Copec podría elevar la plusvalía de la zona entre US$ 132 y US$ 374 millones, según el escenario analizado.

"El hecho de que Las Salinas se desarrolle no sólo generará un valor para el proyecto, sino que generará un impacto significativo en todo su entorno. Por eso, es mejor hacer algo que tener ese terreno vacío", concluye Natho.

Asegura que las inmobiliarias están esperando el visto bueno ambiental para avanzar en un potencial desarrollo en la zona. Ya han conversado con la Cámara Chilena de la Construcción de Valparaíso, pero adelanta que a fines de este año esperan comenzar con los acercamientos con las inmobiliarias. Esto, para ofrecer los siete macrolotes definidos en el proyecto para la construcción de los 2.000 departamentos que se proyectan y también para levantar un bulevar comercial y cultural en la zona, entre otras cosas.

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