Larraín defendió No ante Haneke y sus contendores al Oscar

Ayer se reunieron todos los directores de las cintas que postulan a la Mejor Extranjera.




Fue una mañana de convivir con amigos, festejar la nominación al Oscar por Mejor Película en Lengua Extranjera y tener la oportunidad de compartir anécdotas. Así sucedió al director Pablo Larraín de la cinta No, quien participó en un simposium junto a sus colegas nominados Michael Haneke (Amour), Nikolaj Arcel (A royal affair), Kim Nguyen (War witch) y los co-directores Joachim Ronning y Espen Sandberg ('Kon-Tiki').

Al inicio del encuentro, organizado en el Teatro de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas, el cineasta taiwanés Ang Lee tuvo una breve participación como invitado especial y expresó la importancia que para él representa el apartado de mejor cinta de lengua extranjera: "Muchas veces la mejor película del año sale de esta categoría. Mi película favorita del año pasado fue Una separación (ganadora en la sección)", dijo el realizador, que hoy busca un Oscar a la Mejor Película por Pi: Una aventura extraordinaria.

Tal como sucede desde los últimos 9 años, el moderador del evento fue el productor ganador del Oscar Mark Johnson (Rain man, La princesita, Las crónicas de Narnia), quien felicitó a los nominados y preguntó los pormenores del rodaje y financiamiento de sus filmes. Cada director habló de su películas y no se refirió a sus contrincantes.

"Manzanas y peras, es la mejor manera de describir la gran variedad de filmes que están disputando el Oscar este año", dijo Johnson. "Este 2013 también podemos decir que el actor Gael García Bernal participa en su tercer filme nominado al premio de la Academia en Mejor Película en Lengua Extranjera".

Antes de que Larraín tomara la palabra, el famoso jingle "¡Chile, la alegría ya viene!" se escuchó de las bocinas del teatro, cuando cinco minutos de No se proyectaron en el teatro. "Muchos saben que salió Pinochet, pero no cómo salió. Y de ahí mi inquietud de hacer No", declaró el director, y luego mencionó a su equipo: los productores Daniel Dreifuss y Juan de Dios Larraín y los actores Antonia Zegers y el mexicano Gael García Bernal se pusieron de pie y fueron aplaudidos.

Por supuesto, García Bernal acaparó atención. "Uno no trabaja con Gael por su fama, sino porque es un gran actor. Con él veníamos platicando la idea de trabajar juntos desde antes que tuviera en mis manos el guión de No", dijo Larraín.

El público aprovechó para celebrar, aplaudir y reírse de las anécdotas de filmación de Larraín, sobre todo cuando aseveró que la idea de la película era que las imagen se asemejera al tipo de video que se usaba en las cámaras de los años 80. "Usamos cámaras que tenían menos resolución que un celular", explicó, consiguiendo risas en el auditorio. "La verdad, es una pena que no hayan nominado en ningún festival a mi fotógrafo Sergio Armstrong, pues considero más complicado buscar hacer escenas que se vean 'feas' en pantalla que nítidas", agregó hacia el final del simposium que se extendió por más de dos horas.

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