Las agitadas jornadas de póquer de chilenos en Bariloche




Se levanta, se sienta y se vuelve a levantar. El crupier aún no ha repartido la primera mano de la America's Cup of Poker y el capitán del equipo chileno de póquer se ve ansioso. Todo cambia cuando se escucha el "Shuffle up and deal" (revuelve las cartas y reparte): Mauricio Zeman (42), empresario santiaguino, ordena sus fichas y ve sus cartas. No hace ningún gesto. Nada. Ni siquiera pestañea, menos sonríe.
 
Comienza el duelo. Brasil apuesta y Chile la sube de inmediato. Se muestran las primeras tres cartas del Texas Hold'em del torneo que se está jugando por dos días en Bariloche y que reúne a los mejores del continente por un premio total de US$ 250 mil. El jugador brasileño pasa. Zeman "lo quiere anular", dice uno de los espectadores. Y así es, el chileno sube la apuesta. Su oponente se coloca lentes oscuros para que nadie vea su expresión. Perdió.
 
Es miércoles, son las 13 horas y Chile gana su primera mano. Es un mundo aparte, de encierro y concentración. Afuera, brilla el sol y más de 100 estudiantes transandinos visitan el lago Nahuel Huapi, mientras otro centenar de turistas compra chocolates. Eso ni a Zeman ni a ninguno de los otros 47 jugadores de Costa Rica, México, Colombia, Canadá, Estados Unidos, Brasil y Argentina, le interesa demasiado.

Hay otros cinco chilenos en el torneo. José Luis Capdevila (23), Carlos Zúñiga (56), Francisco Vera (24), Sebastián Fernández (28) y Carlos Martínez (34), todos seleccionados para representar al país después de 21 días de clasificatorias por internet.

El reloj avisa que quedan ocho minutos para que termine el segundo break del día y los equipos hablan en voz baja. Los chilenos están conversando en una tarima y, mientras el capitán mira su Blackberry, el resto se organiza, toma agua y fuma. Porque no se puede fumar en la sala de juego. Por más que lo pidan.

Quedan menos de dos minutos para que el receso acabe y los connacionales, vestidos con polera blanca y bandera chilena, son los primeros en regresar a la sala. Cinco minutos después, el empresario naviero Carlos Zúñiga es eliminado tras haber apostado todas sus fichas ("all in") ante un canadiense.

"Camzu", como se hace llamar en los torneos online, cuenta que cuando recién se inicia un enfrentamiento no juega muchas manos, pero que con el paso de los minutos, es cada vez más agresivo. "Si voy a arriesgar la vida, la arriesgo antes que el otro jugador vea el "flop" (las primeras tres cartas)". Y eso hizo.

El capitán de los chilenos dice con tono preocupado: "Perdimos a uno de los más experimentados".
Carlos se queda fuera del área de juego, pero a los pocos minutos llega Sebastián, también eliminado. "Chevichile", su nickname en la red,    disputa por primera vez un torneo presencial de esta magnitud, y dice que tomó muchas decisiones, que "más calmado y sin menos presión no habría tomado". Agrega que las cámaras, que grababan cada movimiento, terminaron siendo "una gran presión".

GANAR, GANAR O GANAR.
Francisco, el otro estudiante universitario novato en los torneos, es el tercero de los chilenos en caer. El penquista tenía la presión de no salir séptimo en su mesa, para que Chile clasificara a la final, "pero no pude". No es todo. El siguiente en perder es Carlos Martínez, empresario de la IV Región. Zeman llega luego a sentarse a la banca chilena.

El que sí gana en su mesa es José  Luis Capdevila, estudiante de Ingeniería Comercial de la U. Adolfo Ibáñez, el que tiene "mucho futuro", según sus compañeros. "Es pedagógico, se toma el tiempo para enseñarle al resto", dicen.  

El logro les permite ocupar el cuarto lugar entre los ochos países en competencia, pero la clasificación no está asegurada. Para sorpresa del equipo, hay que disputarse con Argentina (que quedó quinto) la plaza para semifinales. Es el momento de "ganar, ganar o ganar".

Ahora son sólo tres connacionales los que se enfrentarán contra los tres mejores transandinos. Y de visita, claro está. Pero todo mal: Capdevila es el primero en perder. Luego cae Martínez: "Cometí un error que fue fatal. Argentina cambió su estrategia después del break y me descolocó. Fue superior", dice el seleccionado que lleva 16 años en la disciplina. Con ello, después de 10 horas de juego, el sueño se acabó.

Pero nada de tomar las maletas. Se juntan a conversar en el lobby del hotel y, trago en mano -antes sólo tomaban agua-, se quedan hasta pasadas las 3.00. Al día siguiente, en la semifinal, aparece el tenista Gastón Gaudio para apoyar a los argentinos y ver fútbol con ellos en los break. Los chilenos prefieren jugar póquer online en otro salón por cerca de ocho horas y, de vez en cuando, suben a ver cómo va la cosa.

Argentina llega a la final contra Brasil y los chilenos, como era de esperar, apoyan a los segundos. Y gana Brasil. En el próximo campeonato, aseguran, Chile estará entre los tres primeros lugares.

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