Las nuevas caras que se toman el modelaje en Chile

Jovencitas altas y de facciones perfectas, adolescentes y veinteañeras, se convierten en las favoritas para campañas, comerciales y catálogos. <br />




Evitan la farándula. Y a los futbolistas. Les repelen los desfiles de discoteca. Nunca ha estado en sus planes posar junto a Pamela Díaz o Romina Salazar. Y en vez de pasar las noches en Costa Varúa, Sala Murano o Estación 21, sueñan con las pasarelas de Milán y Nueva York. Porque las nuevas caras del modelaje chileno son adolescentes, o a lo más veinteañeras que acaparan los catálogos de las principales multitiendas, que aparecen en la mayoría de las campañas de ropa chilena, en comerciales aquí  y en el exterior y que buscan parecerse a Gisele Bundchen o Claudia Schiffer en vez de "Coté" López o Adriana Barrientos.

A los 16 años Josefina Cisternas ya ganó el segundo lugar internacional -en 2008, en China- en el Elite Model Look, el mismo concurso en que participaron Linda Evangelista y Cindy Crawford. Se tomó fotografías en Nueva York, algunas para el gigante de los cosméticos Maybelline y ahora parte a Milán. Sara Bravo, también de 16, ha estado en publicidades de una bebida cola top, de una casa comercial, otra de televisores, ha posado para las más importantes revistas de papel cuché y tiene una invitación de la agencia IMG, en Manhattan, que representa a Heidi Klum, la estrella del reality Project Runaway y de la marca de ropa interior Victoria's Secret, y Kate Moss. Y a los 17 años las facciones castañas y ojos celestes de Macarena Cox acaparan páginas de publicaciones de belleza, igual que Florencia Díaz, que ya debutó en el cine, en un pequeño papel en un filme con Benjamín Vicuña que lleva el título tentativo de Drama.

"La gran diferencia de esta nueva generación de modelos es que tienen intensos deseos de trabajar, son más atrevidas y no le tienen miedo a la cámara. Nunca antes me había pasado que llegan y saben perfectamente cómo pararse, cómo caminar y cómo mirar", asegura María de los Angeles Paúl, directora de la agencia Elite, una de las más importantes de Chile. Tras 11 años descubriendo rostros y trabajando en el circuito, Paúl explica que "a estas jovencitas les interesa la moda de verdad y no la farándula, no quieren por nada del mundo tener el más mínimo detalle que las ligue a ese mundo, no van a ir a cualquier programa de televisión y saben muchísimo. Gracias al cable y la internet están enteradas de lo que está pasando en la moda mundial".

Mientras que en New Models, otra de las grandes agencias de Santiago, agregan que "todas son modelos, las de la televisión y la reciente generación de maniquís. La diferencia es que unas aprovechan la fama de la pantalla de la pantalla para luego hacer eventos y las otras son de comerciales y alta costura". Aunque Camilo Valdivia, destacado productor que ha hecho desfiles para Cecilia Bolocco y una semana de la moda en Santiago, cree que "estas niñas refrescan la pasarela, siempre llegan a la hora, nunca aparecen tarde y están dispuestas a someterse a horas de peluquería y maquillaje".

Sobre ganancias, a pesar de lo pequeño del mercado del estilo en Chile, los expertos estiman que en general las campañas en país, que son las que cuentan con mayor presupuesto, pagan entre $600 mil y $2,5 millones a sus protagonistas. Un incentivo que ayuda a estas niñas bonitas dispuestas a trabajar para llegar al top. "Sé todo lo que hay que sacrificarse para ser una buena modelo... Y creo que me va a ir muy bien", declaró la rubia escola Josefina Cisternas, antes de partir a Nueva York.

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