Líder de secta de Colliguay ordenó que el grupo se trasladara a Ecuador tras el crimen

Pablo Undurraga (30) testificó sobre el plan para que los integrantes se instalaran en Vilcabamba.




El 21 de diciembre de 2012 era la fecha en que -según el líder de la secta de Colliguay, Ramón Castillo Gaete (35)- se desataría "la guerra entre la luz y la oscuridad". Un día decisivo para los siete discípulos de "Antares", quien esta semana se quitó la vida en Perú. El motivo: esa jornada comenzarían a dudar de su guía, luego de que no llegara el "día del juicio final".

De acuerdo con la declaración entregada por Pablo Undurraga Atria (30) -ante el fiscal Patricio Rosas y efectivos de la Brigada de Investigaciones Policiales Especiales (Bipe)-, un mes antes de esa jornada fue planificado el homicidio de un lactante, de tres días.

En su testimonio, el comunicador audiovisual afirmó que "Natalia (Guerra, madre del recién nacido, hoy imputada por parricidio) había dado a luz a un varón, al que le ponen el nombre de Jesús". Añadió que, horas después del alumbramiento, trasladaron al recién nacido hasta el fundo Los Culenes, en la localidad de Colliguay, V Región. Allí, sostuvo, se realizó el rito que contemplaba encender una hoguera, vendar los ojos y atar de manos y pies al recién nacido, para que 'Antares' hiciera lo que tenía pronosticado. Había lanzado al bebé al fuego".

Luego del sacrificio, narró el profesional imputado por la fiscalía por homicidio calificado, "nunca más se volvió a conversar del tema".

Según aseguró, en la comunidad formada en el fundo Los Culenes, los días posteriores al crimen estuvieron marcados por episodios de violencia sexual y sicológica: "'Antares' ordenó que Pilar (Alvarez) y Carolina (Vargas) fueran sus mujeres, situación que no agradó a Carola, pero a 'Antares' poco le importó y la amenazó de muerte (...). 'Antares' me señaló que, efectivamente, si Carola no accedía a estar con él, ella debía morir".

Traslado de la secta

Pablo Undurraga detalló que el 21 de diciembre "la comunidad, por órdenes de 'Antares', se encontraba completamente sometida a los efectos alucinógenos de la ayahuasca (...) y fuma de hongos, ocurriendo lo que nadie esperaba: nada".

Añadió que este hecho "provocó un conflicto interno entre todos los integrantes de la comunidad, quienes buscaron respuestas en 'Antares'". Agregó que lejos de justificar lo ocurrido, el líder de la secta les aseguró a sus seguidores que "ya no me ilumino hoy, me ilumino en tres meses más: el 21 de marzo de 2013, en Vilcabamba, Ecuador, así que mañana se recoge el campamento, se ponen a hacer plata y ver cómo hacemos para irnos para allá lo antes posible". Según Undurraga, desde ese día "comenzaron las dudas en mí, realizándome preguntas que tenía terror de hacerme, después de años de oír a 'Antares' decir que quien se iba de su lado iba a ser quemado vivo en el juicio final".

La fuga

Tras reunirse con Carolina Vargas, su actual pareja, Undurraga decidió huir de la agrupación. Se refugió en el sur del país y, desde ese lugar, envió un correo electrónico a los otros integrantes que habían presenciado el crimen. Sostuvo que habían acordado encubrir la muerte del recién nacido, afirmando que "un hippie anónimo había embarazado a Natalia (Guerra), la que, después de una fallida relación, había escapado dejando el bebé al cuidado de este extraño que había desaparecido".

Días después del envío del e-mail, Undurraga confesó a la policía que "en enero de 2013 estudié mucho, basándome en sectas de internet (...), asesorando además a Natalia, a través de un e-mail secreto, en sus declaraciones con la PDI, hasta que me di cuenta que durante cuatro años de mi vida había vivido dentro de una secta". Además, aseguró que durante ese tiempo "fui manipulado como un instrumento" por Castillo, cuyos restos se encuentran a la espera de ser reclamados en Cusco, Perú, por alguno de sus familiares.

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