Localidad española propone recorrido de tapas sensuales y divertidas

En la Ruta de la Tapa Erótica los cocineros buscan el erotismo con sus platos para que los comensales saboreen una receta con gran riqueza gastronómica.




"El espárrago sabrosón", "La concha cremosa", "Banana alegre" o "Sin tetas no hay paraíso" son algunas de las tapas sensuales y divertidas que pueden degustar aquellos comensales atrevidos que visiten la Ruta de la Tapa Erótica en la localidad costera española de Fuengirola (sur).

Entre los numerosos aperitivos se pueden encontrar las últimas novedades en lencería ("Tanga erótico"), complementos ("Bolas chinas", "Póntelopónselo") y servicios directamente relacionados con el mundo erótico ("Trío").

Los cocineros no sólo han pretendido buscar el erotismo con sus platos sino que los comensales, cuando se introduzcan la tapa en su boca, puedan cerrar los ojos, disfrutar de sus fantasías, y saborear una receta con una gran riqueza gastronómica.

Las mujeres se suelen dejar llevar por "El Espárrago sabrosón", "Banana alegre", "El paquete torero", "La sensibilidad de Colón", "La gamba dorada", "Pechá de huevos", "Rabo de torito al Volapié" y "Pues no es 'pa' tanto".

Frente a ellos, que se vuelven locos con "Omá que rica", "La concha cremosa", "Domingas", "Atributos de mujer", "La sonrisa vertical" y "Vaya bacalao".

TRADICIONAL
Algunos de los establecimientos han sido más neutros y han decidido decantarse por tapas para ambos sexos como "La pasión turca" o "La pasión visceral", "Clímax", "La marea erótica" y, como no podía ser de otra forma, el "Trío".

Uno de los más originales es el que simula un tanga, y para ello, sus creadores utilizan una base de crema de pescado, con un mejillón encima, una lámina de pasta fresca con una raja en medio para que se vea el mejillón (todo ello simulando los genitales femeninos) y, como no podía faltar un detalle, fideos negros a modo de vello y un tanga de pasta frita, explica su artífice.

Todo es muy artesanal, de tal forma que los moldes se hacen a mano y no hay ninguno igual, "como en el caso de los penes, que todos son distintos", bromea una de las cocineras.

Pero la iniciativa no sólo queda aquí, el Ayuntamiento de Fuengirola reparte "unos pasaportes" para que los comensales vayan sellándolos y una vez rellenos se depositen en una urna donde entrarán en un sorteo de un crucero por el Mediterráneo, noches en un hotel y bonos para un spa, y de esta manera "terminar lo empezado".

Además, los más avispados aprovechan para utilizar "el tapeo" como nueva técnica de seducción, seguido de un paseo cerca del mar y para finalizar, todos coinciden, el postre en casa, porque tres son multitud, ¿o no?.

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