Narcotraficante vincula a otros cinco policías en red de ex subcomisario Ajraz

Jorge Cepeda denunció a la Fiscalía Sur una serie de hechos de corrupción, que ahora son indagados.




Quería ser policía. Por eso ingresó en abril de 1999 a la Escuela de Investigaciones Policiales. Sólo estuvo allí una semana, ya que en la institución se enteraron de los antecedentes penales que tenía uno de sus familiares, lo que derivó en su alejamiento, para siempre, de esas filas.

Esta es parte de la historia de Jorge Cepeda Concha (38), un conocido narcotraficante capitalino , quien denunció ante la Fiscalía Sur que el ex subcomisario Cristián Ajraz Cortés estaba vinculado con una red de tráfico que incluía a funcionarios públicos. Al enterarse de la indagación, Ajraz huyó y se convirtió, por tres meses, en el policía más buscado de Chile (ver recuadro).

En su testimonio ante el Ministerio Público, al que tuvo acceso La Tercera, Cepeda vinculó a otros cinco policías con la red de corrupción asociada a Ajraz.

El primer contacto

Pese a su temprano alejamiento de la Escuela de Investigaciones, Cepeda (quien está recluido en el penal Santiago Uno) testificó que nunca se desvinculó de sus conocidos en la PDI.

Según declaró, en 2005 fue contactado por personal de la Brigada Antinarcóticos, para actuar como informante. Fue entonces cuando ayudó a desbaratar a una banda de peruanos que internó 40 kilos de cocaína en un camión. "Tuvimos varios procedimientos más, hasta que desarmaron el grupo", dijo.

Cepeda declaró que su relación con miembros de la Brigada Investigadora contra el Crimen Organizado (Brico), unidad a la cual pertenecía Ajraz, se inició en 2008 (ver nota secundaria).

Tras una reunión en la Brico, en la que se coordinó su participación como informante, Cepeda sostuvo que se encontró con el subcomisario Giovanni Sepúlveda, quien actualmente está en prisión preventiva, producto de una investigación por falsificación de billetes.

En su declaración, Cepeda detalló la enemistad que existía entre ambos policías en la mencionada unidad policial.

"Ellos andaban 'a la parte', lo que significaba que incautaban dinero y se dejaban gran parte, principalmente, para ellos, y el resto lo entregaban en la fiscalía", aseguró.

En la misma declaración, el narcotraficante vinculó con actos de corrupción, con nombres y apodos, a otros cuatro detectives. Para respaldar sus dichos, enfatizó que "en los teléfonos tengo pruebas de mi relación con los funcionarios policiales, como grabaciones, videos, fotos, correos electrónicos".

Cepeda también entregó a la fiscalía datos sobre el modelo y tipo de automóviles en que se movilizaban algunos de los policías implicados en los hechos de corrupción. A partir de estos antecedentes, la Fiscalía Sur investiga la posible participación de otros detectives en la red que lideraba Jorge Cepeda.

Operativo en Arica

En noviembre de 2010, el ex detective Ajraz viajó a Arica junto a la informante Ana María Bravo, a detener la internación de 10 kilos de cocaína.

Para ello se hizo acompañar de un equipo de policías. Sin embargo, la fiscalía ha determinado que, paralelamente a la incautación de la droga, Ajraz facilitaba el traslado de 17 kilos de cocaína, por orden de Cepeda.

Para ello se contactó al funcionario de Impuestos Internos, Claudio Molina, quien habría actuado como nexo con el funcionario del Servicio de Aduanas, Alfonso Labarca. El propósito de esto era que el automóvil -que había sido diseñado para camuflar la droga- pasara sin problemas la revisión. Efectivamente, el vehículo sólo fue sometido a un escaneo superficial.

La captura del detective más buscado

Por casi tres meses, Cristián Ajraz Cortés se convirtió en uno de los prófugos más buscados por la policía.

Según fuentes ligadas al caso, el detective oriundo de Quilpué había resuelto mantenerse escondido mientras preparaba sus descargos para impugnar su desvinculación de la PDI, tras una investigación interna.

Fueron tres semanas en que funcionarios policiales comenzaron a seguir los pasos del círculo cercano de Ajraz, a través, principalmente, de seguimientos e interceptaciones telefónicas a los teléfonos de su tía Jaqueline Cortés.

De esta forma, los detectives establecieron que la mujer visitaba a menudo un domicilio de calle La Perouse de Vitacura, al que ingresaba con víveres y artículos de aseo.

Esta propiedad pertenece a Manuel Valenzuela Bejas, abogado y ex presidente del directorio del diario La Nación.

Finalmente, este martes, y en un operativo que incluyó el apoyo de un helicóptero de la PDI, los detectives detuvieron a Ajraz. Estaba oculto en un entrepiso del domicilio.

El día en que Cepeda conoció al ex oficial de la PDI

Jorge Cepeda llevaba tres años como informante de la PDI cuando, a mediados de 2008, y mientras realizaba trabajos en un taller que tenía en la localidad de Pirque, fue visitado por un detective, que -hasta ese día- no conocía. El policía, según la declaración judicial del narcotraficante, se identificó como Cristián Ajraz. Le pidió que se quedara tranquilo, ya que iba de parte de Raúl Castellón, quien en ese entonces era jefe de la Brico y con quien Cepeda había trabajado como informante.

"Me dijo: 'quédate tranquilo, que me mandó el Castellón", declaró Cepeda. Ese día, el narcotraficante fue llevado por Ajraz hasta las dependencias de la Brico, para hablar con Castellón, quien le propuso que lo ayudara a ubicar a un narcotraficante peruano.

A cambio, según la declaración de Cepeda, Castellón le dijo que "lo único que quería era incautar la droga y yo me quedaría con la plata de los traslados".

Desde ese momento, Cepeda iniciaría una relación con Ajraz, que iría más allá del vínculo formal entre un policía y su informante. La relación habría incluido el traspaso de vehículos, cuyo origen es investigado por la fiscalía.

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