Obama afirma estar "muy optimista" ante próxima ley para una reforma migratoria

"Hemos visto enormes avances durante el último mes y medio, creo que ambas partes, demócratas y republicanos, están siendo muy serios en las negociaciones", señaló el presidente de EEUU.




El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, aseguró sentirse "muy optimista" sobre la evolución de la reforma migratoria en el Senado y se manifestó convencido de que los ocho senadores bipartidistas que trabajan en ello presentarán un proyecto de ley al respecto a su regreso a Washington en abril.

"Me siento muy optimista de que a comienzos de abril veremos una propuesta de ley lista para avanzar en el proceso", dijo Obama en una entrevista concedida a la cadena hispana Telemundo.

En la segunda entrevista del día, también con un medio latino, la televisión Univisión, Obama señaló además tener confianza en que Estados Unidos contará con una reforma migratoria "para el verano" boreal.

"Me siento optimista sobre tener una reforma migratoria en verano, tanto republicanos como demócratas reconocen ahora que es lo correcto a hacer", declaró Obama. "Vemos un buen espíritu bipartidista", insistió.

Las entrevistas forman parte de un renovado esfuerzo de la Casa Blanca por impulsar la reforma migratoria como tema de "alta prioridad" de la agenda de Obama, que ya lo llevó a presionar el lunes al Congreso, aprovechando para ello una ceremonia de naturalización que presidió.

Un gesto que adquiere especial relevancia después de que el "grupo de los ocho", como se conoce a los cuatro senadores demócratas y otros tantos republicanos que trabajan juntos en un proyecto de ley, no lograran cumplir su meta inicial de presentar una iniciativa legislativa antes del fin de marzo.

Ahora el objetivo es presentar un proyecto en el pleno de la cámara alta estadounidense ni bien regresen los legisladores del receso por Semana Santa, en la primera o, como máximo, segunda semana de abril.

Obama desestimó en este sentido reportes sobre la dificultad de las negociaciones entre el "grupo de los ocho", así como presuntos roces con sindicatos sobre algunos aspectos de la iniciativa.

"La buena noticia es que parecen estar haciendo avances (los senadores), están trabajando con mucha diligencia para lograr una reforma migratoria amplia", sostuvo el presidente en Univisión.

"Hemos visto enormes avances durante el último mes y medio, creo que ambas partes, demócratas y republicanos, están siendo muy serios en las negociaciones", reiteró en Telemundo.

Por ese mismo motivo, Obama descartó que vaya a tener que cumplir su amenaza de presentar un proyecto de ley propio si el Congreso se muestra incapaz de lograr un acuerdo sobre un tema que lleva fracasando más de una década.

"Estoy listo para intervenir, pero no creo que vaya a ser necesario. Creo que hay un compromiso en este grupo de senadores demócratas y republicanos de lograr esto", subrayó.

Precisamente mientras Obama hablaba con las influyentes cadenas hispanas en la Casa Blanca, cuatro de estos senadores, los republicanos John McCain y Jeff Flake, así como los demócratas Chuck Schumer y Michael Bennet, hacían un recorrido por la parte estadounidense de la ciudad fronteriza de Nogales, Arizona.

Garantizar la seguridad fronteriza es uno de los principales condicionantes que imponen los republicanos antes de aceptar cualquier reforma migratoria, especialmente a la hora de negociar una vía para la legalización de los 11 millones de indocumentados que se calcula viven actualmente en Estados Unidos.

Al respecto, Obama destacó hoy los "enormes esfuerzos" que ha realizado su gobierno para aumentar la seguridad fronteriza y advirtió a la par que ésta "nunca va a ser perfecta al 110 por ciento".

El lunes, McCain había echado un jarro de agua fría a las esperanzas sobre un pronto acuerdo migratorio.

"No sé si lograremos un acuerdo o no, hemos estado trabajando, literalmente, día y noche. Puede que no tengamos éxito", reconoció durante un encuentro con sus votantes en Arizona.

Pero el demócrata Schumer aseguró hoy de nuevo que las dos partes están "muy, muy cerca".

"El mayor obstáculo es encontrar el equilibrio perfecto" entre las propuestas conservadoras y las demócratas, reconoció sin embargo en declaraciones a Univisión. "Esto va a requerir de un compromiso", añadió Bennet.

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