Obama desestima demanda de republicanos y la cataloga como "pérdida de tiempo"

El Partido Republicano, a través del presidente de la Cámara de Representantes John Boehner, inició el jueves pasado los trámites para una demanda contra el mandatario, al considerar que "incurrió en abuso de autoridad" durante la implementación de la Ley de reforma sanitaria.




El presidente estadounidense, Barack Obama, cargó esta mañana contra los republicanos de la Cámara Baja que lo demandaron, y aseguró que es una "pérdida de tiempo" y "una maniobra política", que terminará por financiarse con el dinero de los contribuyentes.

"He tomado medidas para favorecer la creación de nuevos empleos, elevar los salarios de los trabajadores y ayudar a los estudiantes a pagar sus préstamos: y el plan de los republicanos es demandarme", dijo Obama a través de su discurso radiofónico y por Internet de los sábados.

"A eso es a lo que destinan su tiempo", subrayó el mandatario, que a través de su discurso buscó mostrar a los republicanos que están alejados de la realidad.

"El plan republicano en este momento es no hacer parte de este trabajo conmigo, en su lugar, es para demandarme", observó.

Para Obama, en "eso pierden su tiempo" los republicanos. "Es una maniobra política que va a perder meses de tiempo de Estados Unidos; y van a pagar por ello el uso de sus dólares de impuestos ganados con mucho esfuerzo".

El presidente lamentó además que los republicanos hayan bloqueado cada propuesta que él presentó, y con las que buscaba "fortalecer a la clase media".

El Partido Republicano, a través del presidente de la Cámara de Representantes John Boehner, inició el jueves pasado los trámites para una demanda contra Obama, al considerar que "incurrió en abuso de autoridad".

La demanda, que está siendo elaborada todavía, estará centrada en la ley de reforma sanitaria (la polémica "Obamacare").

"La Cámara de Representantes tiene la obligación de luchar por el funcionamiento del poder Legislativo y la Constitución, y eso es exactamente lo que vamos a hacer", expresó Boehner.

La popularidad de Obama está en caída libre en Estados Unidos, tal como lo demuestran los sondeos de opinión. Sin embargo, un estudio señala que el presidente estadounidense  es bien visto por los musulmanes. 

El 72 por ciento de los electores estadounidenses devotos al Islam aprueban el gobierno de Obama. Apenas un 20 por ciento entre los musulmanes no está de acuerdo con el mandatario.

De acuerdo con los datos, se trata del grupo religioso entre los que Obama recibe los mayores consensos.

El presidente está mal considerado, en cambio, entre los mormones (la religión que profesa su ex rival para la Casa Blanca Mitt Romney), con apenas el 18 por ciento de apoya. El 78 por ciento desaprueba sus políticas.

Entre la religión católica, el presidente tiene un 44 por ciento del consenso, mientras que entre los judíos es del 55 por ciento.

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