Obama promete que gobierno no repetirá errores tras Katrina




El Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, buscó asegurar a los frustrados residentes de Nueva Orleans su compromiso con la recuperación de la ciudad, en su primer viaje presidencial a la zona que lucha por reconstruirse, a cuatro años del huracán Katrina.

Volando para obtener una mirada cercana en el proceso de reconstrucción, Obama prometió que su gobierno evitará que se repita la polémica respuesta del gobierno de Bush al huracán que dejó a muchas personas de Nueva Orleans sintiéndose abandonadas.

El Mandatario dijo que Nueva Orleans no sólo sufrió un desastre natural en agosto de 2005, sino también una "crisis de gobierno", y prometió hacer más para ayudar a la ciudad y al resto de la maltrecha costa del Golfo estadounidense a volver a levantarse.

"Estamos comprometidos a asegurar que un desastre como Katrina no ocurrirá nuevamente", dijo a una animada multitud en una especie de reunión de ayuntamiento en la Universidad de Nueva Orleans.

"No nos olvidaremos de Nueva Orleans", declaró Obama. "La reconstruiremos más fuerte que antes", apuntó.

Obama insistió que han existido progresos desde que asumió el cargo en enero, pero reconoció "es claro cuan lejos tenemos que llegar".

A medida que su caravana se abría paso a través de Nueva Orleans, una ciudad históricamente famosa por su fiesta anual Mardi Gras, Obama se encontró con duros recordatorios del trabajo que falta por hacer.

Vio muchas casas tapiadas y otras en reparación. Había multitudes animadas a lo largo del camino sujetando pancartas que decían "gracias", aunque un cartel en un jardín lamentaba "aún sin casa cuatro años después".

A pesar de que el equipo de Obama es reconocido por tener una mejor coordinación y flujo de asistencia, algunos residentes permanecen frustrados debido a que la recuperación ha sido desigual.

Lugares turísticos como el Barrio Francés se están recuperando mientras que otras áreas de menor ingreso y que recibieron un fuerte impacto continúan luchando.

También existen críticas por la brevedad de la visita de Obama, que planea permanecer menos de cuatro horas antes de volar a San Francisco para un evento demócrata que busca recaudar fondos. El representante republicano Steve Scalise restó importancia al viaje y lo calificó como un "tour".

El portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, insistió en que el Presidente no debiese ser juzgado por el tiempo que pase en Nueva Orleans, sino por "las mejoras tangibles en la reconstrucción y en las vidas de las personas que permanecieron allí".

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