Obama y Romney retoman intensa agenda electoral a cuatro días de los comicios

Tras la emergencia del huracán Sandy, los candidatos encaran el último fin de semana preparando sus alegatos finales para convencer a los votantes que concurrirán a las urnas el próximo 6 de noviembre.




El presidente Barack Obama y su rival republicano Mitt Romney encaraban el último fin de semana de la campaña presidencial preparando sus alegatos finales para convencer a los votantes quién es el más capacitado para reactivar la economí­a nacional.

Ambos candidatos dijeron ser el verdadero agente de cambio frente a un rival sin argumentos.

"El candidato Obama prometió cambio, pero no pudo cumplir", afirmó Romney. "Yo prometo cambio y tengo antecedentes de haberlo logrado".

Obama replicó que Romney "es un vendedor muy talentoso" que trata de presentar en un nuevo envase las polí­ticas de la vieja escuela republicana que han dejado a tantos estadounidenses en dificultades económicas. "Sabemos lo que es el cambio", dijo Obama a una multitud en Ohio, "y lo que ofrece el gobernador no lo es".

Ambos candidatos intensificaron una campaña ya de por sí­ frenética. Obama se salí­a de la vaina por disputar a su rival el reñidí­simo estado de Ohio mientras Romney buscaba expandir la confrontación a otros estados, sobre todo Pensilvania, en el afán de asegurarse los 270 votos electorales que necesita para ganar la Casa Blanca.

Obama denunció directamente a Romney por primera vez por los avisos del republicano que se difundí­an en Ohio sobre la industria automovilí­stica. Los avisos acusan a Obama de llevar a General Motors y Chrysler a la quiebra, de vender Chrysler a una compañí­a italiana y de fabricar jeeps en China. Tanto Chrysler como GM han refutado al candidato republicano, pero la campaña de Romney no da su brazo a torcer.

Obama dijo a los votantes de Ohio que los trabajadores de Jeep llamaban a sus jefes para preguntarles si iban a perder sus empleos y dijo que Romney jugaba con el sustento de la gente para tratar de ganar la elección.

"Uno no asusta a los trabajadores estadounidenses solo para ganar algunos votos por el temor", afirmó Obama. "Ser presidente no se trata de eso. Eso no es liderazgo".

Los dos candidatos recibieron cifras para beneficio de sus respectivas campañas con el informe económico del viernes que indicó una mayor creación de empleos y un aumento en el desempleo. El Departamento de Trabajo informó que los empleadores agregaron 171.000 empleos en octubre y que las contrataciones fueron más sólidas en los dos últimos meses que lo que se creí­a. La tasa de desempleo subió en septiembre al 7,9%, del 7,8% del mes anterior, debido a que aumentó la fuerza laboral.

Aunque no es probable que el informe en sí­ sea suficiente para convencer a los votantes, se suma a otros indicios de que la economí­a está en alza. Además, la confianza de los consumidores está en su máximo nivel desde febrero del 2008, según la Conference Board. Otros indicios favorables esta semana indicaron que las compañí­as automotrices registraron ganancias en octubre y aumentos en los pedidos y en la producción.

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