Ola de calor se concentró en Valparaíso y O'Higgins

Al igual que el jueves, la capital volvió a registrar 35,9° C. Zonas interiores de la V Región y Rancagua alcanzaron los 39° C. Las autoridades han entregado recomendaciones para evitar cuadros de deshidratación y prevenir problemas con los rayos UV.




Pese a que se anunció que ayer podría registrarse un nuevo récord histórico de temperatura, los termómetros en la capital finalmente igualaron la marca del jueves: 35,9° grados Celsius. Así, no lograron superar el máximo de 36,5° C., registrados en febrero de 1914, ni el peak absoluto anual de diciembre de 1915, con 37,2° C.

Sin embargo por cuarta vez en la historia (1979, 2005, y este jueves y viernes) se repitió el registro de 35,9° como segunda temperatura más alta para febrero.

No obstante, frente a la alerta de calor extremo notificada por la Dirección Meteorológica para ayer en los valles de la zona central, la población tomó sus resguardos. "Cuando las temperaturas superan los 36 grados, por procedimiento emitimos una alerta meteorológica. Ahora las temperaturas tendrían que bajar uno o dos grados a partir de mañana (hoy) y el domingo, moviéndose entre los 32° C y 38° C (entre Coquimbo y Biobío)", señaló Roberto Latorre, jefe de turno de la Dirección Meteorológica de Chile.

La temperatura se sintió con fuerza en Til Til (39,1° C) y en zonas al interior de las regiones V y VI, como San Felipe (38,4°C), Chépica (39,3° C) y Marchigüe (39,9°C).

En Los Andes, el registro llegó a 39,6° C. En muchos lugares, desde las 14.00 la gente entró a sus casas y los locales cerraron sus puertas. Más temprano, los más "valientes" se refrescaron en medio de la plaza gracias a un creativo invento de un vecino: una ducha pública de pvc.

"Es una ideal genial para los que andamos en el centro", dijo Javiera Soto, de compras junto a su familia. "Este invento lo tenemos hace diez años, mi compromiso es encargarme de la mantención, pero me pongo feliz de ver a los niños capeando aquí el calor", señaló Jorge Walters, residente que inventó el sistema.

En Llay-LLay, en tanto, donde el jueves se midieron más de 40 grados, el viento reinante bajó la sensación térmica, con 38,1° registrados ayer, a las 13.00.

"Igual se siente harto el calor, pero la brisa al menos se refresca. Ayer (jueves) era sofocante respirar", contó Alejandro Reyes, vecino del lugar. Este fenómeno preocupa al alcalde, Mario Marillanca, "especialmente por la sequía, que se acrecienta, afectando a los pequeños agricultores que necesitan regar más, pero que no pueden hacerlo porque sus pozos están secos".

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