Proyección de la ONU señala que población chilena comenzará a disminuir en 2055

Para el año 2100, la expectativa de vida en Chile será 90,8 años, casi 10 años más que la de hoy, y la población sobre los 60 años superará los 7 millones. De hecho, más de cinco millones tendrán sobre 70 años. Para entonces, la población total bordeará los 18.757.000 de personas, poco más de la población estimada en la actualidad. El peak debería alcanzarse en 2055 y desde ahí, comenzará a decaer.

Son algunas de las proyecciones del informe Perspectivas de población mundial 2017, del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales (Desa) de la ONU. El reporte dice que mientras la población mundial alcanzará los 9.800 millones de personas en 2050, en Chile el número empezará a disminuir poco después de alcanzar un máximo cercano a los 21 millones, en 2055.

"Aproximadamente en 2030 el ritmo de crecimiento de la población se hará notoriamente más lento y en 2055 la población va a comenzar a disminuir su tamaño absoluto. Esta disminución se va a acelerar en el tiempo, pero de manera relativamente moderada", dice Ricardo Neupert, demógrafo y observador internacional del Fondo de Población de la ONU.

Hay tres componentes que influyen en la población: mortalidad, fecundidad y migraciones (emigraciones e inmigraciones). En Chile, la mortalidad ha disminuido y continuará esta tendencia, pero no tendrá mayor impacto, y la inmigración es baja para que influya, por lo que el principal factor de impacto es la fecundidad, señala Neupert. Y en Chile viene a la baja.

Guiomar Bay, oficial de Asuntos de Población de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), dice que tras un tiempo con una tasa global de fecundidad (TGF) inferior a 2,1 hijos por mujer (nivel de reemplazo de la población) -lo que ocurre en Chile desde 1999-, la población debería presentar una tasa de crecimiento negativa. "El tiempo transcurrido desde el momento que se observa una TGF inferior al 2,1 y la baja de la población depende de la inercia o momento demográfico", explica.

Inercia que depende de las grupos de mujeres en edad fértil, que en los años 50 y 60 eran muchas y tenían muchos hijos, lo que unido a la baja de la mortalidad, hizo crecer la población femenina. "Era una cohorte de población muy grande, que en plena etapa reproductiva, aunque tuvieron menos hijos, igual permitieron seguir creciendo años después", dice Marinella Mazzei, demógrafa de la U. de Chile.

"Esas cohortes de mujeres crecieron, llegaron a una edad fértil y tuvieron hijos. Ya en esa época, en los 80, la fecundidad estaba cayendo, pero como el número de mujeres era elevado, el número de nacimientos también lo fue. A su vez, esas mujeres llegaron a la edad reproductiva y aunque su fecundidad era aún menor, su número era lo suficientemente grande como para hacer crecer a la población", dice Neupert. La inercia permitirá que la población crezca hasta 2055.

Chile es de los países que más rápido disminuye su reproducción, dice Mazzei, aunque en general, en todos los países de la región también están cayendo las tasas de fecundidad. La migración, que tendría un impacto en aumentar los nacimientos y rejuvenecer la población, es baja para hacerlo.

"No están teniendo mucho impacto en el crecimiento de la población, ya que no son tan numerosas. Si presentan tasas de fecundidad relativamente altas, pueden tener un impacto mayor, pero a menos que aumenten substancialmente, su efecto en el crecimiento de la población es limitado", dice Neupert.

"No es fácil revertir patrones reproductivos, Chile ya está en etapa de transición avanzada hace más de 20 años", dice Mazzeli. Pero hay políticas públicas para hacerse cargo de los temas, dice Esteban Calvo, académico de Políticas Públicas de U. Diego Portales, como la promoción de la fertilidad. "Tener hijos es caro, difícil, implica un costo en las carreras de las mujeres indudablemente, y en los hombres, si ayudan en el cuidado. El que haya políticas de apoyo, colegio, infraestructura, apoyo para que no sea tan caro, subsidios a los partos, ayuda. Suecia, por ejemplo, entrega mesada a los hijos por un tiempo".

Bay indica que en América Latina hay más países con TGF bajo 2,1, pero sólo Cuba presenta una tasa de crecimiento muy cercana a cero y sería el primer país de la región en empezar a decrecer. "Yo diría que esta baja no es evitable, la decisión de tener más hijos o no depende de cada mujer. Pero, con el incentivo a la inmigración se podría disminuir los efectos de la baja de la fecundidad", dice. "Si es necesario evitar esta baja es algo para reflexionar, no es una respuesta simple", agrega.