Pacto de Bogotá: los aspectos a favor y en contra para Chile de retirarse o permanecer en él

La redacción del artículo IV del pacto y la actual demanda boliviana son los principales motivos que cuestionan los beneficios de mantener el acuerdo.




El Tratado Americano de Soluciones Pacíficas o Pacto de Bogotá, como es más conocido, fue firmado en Colombia en 1948 con la intención de resolver los conflictos internacionales en el continente sin llegar a conflictos bélicos.

Si bien el caso de Perú-Chile en la Corte Internacional (CIJ) de La Haya fue el responsable de traer nuevamente el pacto a la luz para los chilenos, la primera vez que Estados adscritos llegaron al Tribunal fue en 1986 cuando Nicaragua demandó a Costa Rica y Honduras, por "complicidad" con los grupos rebeldes en la muerte de cinco personas en una protesta.

Ante las declaraciones del Presidente Sebastián Piñera sobre la permanencia de Chile en el documento y las conversaciones con la Presidenta electa Michelle Bachelet, además de un nuevo proceso frente a la CIJ, esta vez contra Bolivia, trae a la luz los beneficios de mantener el pacto.

Si bien retirarse ahora del Tratado Americano no significaría cambios en el escenario frente a la demanda boliviana, puesto que tendría efecto un año después de hacer pública la decisión, y el nuevo caso ya se encuentra en tramitación, se han dirigido críticas a la permanencia.

Frente a esta situación, la cientista política y directora del Programa Calidad de la Política Fundación Chile 21, Gloria de la Fuente, asegura que en este momento "es más importante centrarse en las conversaciones" con otros países que pensar en el Tratado de Bogotá y una posible salida. Recalcó que "la acción boliviana ya tiene fecha de entrega para la memoria (17 de abril), y que no tiene sentido abandonar el pacto ahora".

Sin embargo, Ximena Fuentes, abogada y especialista en derecho internacional, comentó que si bien la renuncia no es inmediata, sí puede beneficiar a Chile en el futuro."Siempre hay un contexto político, puede ser que ahí haya un contra, si en la región se piensa que en Chile con esto no quiere solucionar a través de tribunales su controversias con otros países". Lo que podría perjudicar la imagen a nivel internacional, pero se puede solucionar con otras acciones, de acuerdo a su juicio.

Gloria De la Fuente coincide con la especialista en derecho internacional en este último tema, ya que Chile "siempre se ha caracterizado como un país correcto a nivel internacional, serio en sus relaciones" y eso también mantiene relación con el respeto que se muestra con los tratados firmados y su permanencia en ellos.

De todas maneras, la abogada Ximena Fuentes cree que existe otra forma de mantener la imagen con los países vecinos: "Siempre se puede mitigar, porque Chile también, si es que renunciara al pacto, siempre podría establecer bien claro que sigue comprometido con la solución pacífica de las controversias. Además tiene como demostrarlo, por ejemplo con Argentina, nosotros tenemos arbitraje previsto en el Tratado de Paz y Amistad de 1984".

"Si Chile se saliera del Pacto de Bogotá podría señalar que caso a caso evaluará llevar las controversias a instancias internacionales, pero que va a preferir el arbitraje", agrega la abogada, remarcado las ventajas de estas soluciones alternativas a la Corte. "Los arbitrajes tienen la ventaja de que los países pueden elegir quienes van a decidir sus controversias, quienes les dan garantías. Por eso en este sentido es más favorables para los Estados, porque tu decides quién decide".

Por otra parte, la cientista política Gloria de la Fuente asegura que de tomarse la decisión ya será en el próximo gobierno, pero que no debe ser la carta principal, para ella están primero las conversaciones internacionales y mantener la relación, principalmente con Perú y Bolivia, más que tomar la decisión "porque no gustó el fallo que entregó La Haya".

Ximena Fuentes remarcó el aspecto menos favorable en el tratado y explicó que el artículo VI "está mal redactado". "A mí me parece que el Pacto de Bogotá está deficiente, que pretendía que no se reabrieran cuestiones que ya estaban solucionadas. De eso se trata el artículo VI, dice que no se podrán llevar a los medios de solución de controversias cuestiones que ya hayan sido zanjadas. Y nosotros ya vivimos que se reabrió una cuestión que sí estaba zanjada".

Fuentes revive el fallo entregado por La Haya el pasado 27 de enero "la Corte (Internacional de Justicia) dice "hay un acuerdo tácito", pero como se pudo reabrir, le entregamos la posibilidad a la Corte de interpretar ese acuerdo tácito, e interpretó que llegaba hasta la milla 80 y no más. Entonces es un riesgo muy grande. Uno de los mayores motivos para salirse del Pacto de Bogotá es que el artículo VI es deficiente".

Si bien las autoridades aún no han tomado una decisión al respecto, las conversaciones existen y será una decisión que de tomarse se espera para después del cambio de mando.

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