Palermo: "En Chile tienen menos miedo para jugar que en Argentina"

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El argentino, técnico de Unión Española, clasificó a los rojos a la Copa Libertadores, en su primer semestre en el fútbol nacional. En 2017, el ex delantero de Boca Juniors tiene como uno de sus principales objetivos realizar una buena campaña en el certamen internacional, el que ganó dos veces como jugador en el elenco xeneize.




De vuelta en Buenos Aires, en una tarde con una temperatura de 35 grados y con humedad por el cielo, Martín Palermo (43 años) transpira felicidad. Tiene ganas de que se conozcan sus sensaciones en el fútbol chileno. Aquí, en su país, ya contó algunas particularidades que gozó en Unión Española, donde asegura que disfrutó sus mejores meses como entrenador, que sintió el cargo de técnico a fondo por primera vez y que logró por fin despojarse de ese fenomenal futbolista que supo ser.

De todos modos, el vértigo de ese mundo Boca que tan bien conoce y el revuelo que generó la partida de Carlos Tevez a China copan la agenda de preguntas de los medios argentinos para el Titán. Eso sí, ahora, mano a mano con La Tercera, es otra historia. Es Martín Palermo con exclusivo aroma chileno: el balance, el campeonato que se escapó, la Libertadores que viene, el sorteo, los refuerzos, Churín y Salom a fondo, los jóvenes del plantel, el fútbol que encontró...

¿Cuáles son sus sensaciones después del primer semestre dirigiendo en el fútbol chileno?

El balance es más que positivo. Fue mucho mejor de lo que esperaba. Creo que superamos las expectativas. Hicimos un muy buen campeonato, terminamos terceros a cuatro puntos del bicampeón Católica, peleamos el título hasta lo último y después nos pudimos meter en el repechaje de la Libertadores. Estoy muy contento y agradecido con todos: con los jugadores, que se comprometieron de entrada; con los dirigentes, que confiaron; y con mi grupo de trabajo, que dio todo.

¿Cómo se sintió tratado por el medio chileno en general?

Me sentí muy respetado en Chile y valoraron mucho el campeonato que se hizo. Por momentos no fuimos un equipo vistoso. La idea era ir despacio, conociendo bien a fondo qué proponían los rivales. Por eso primero pretendíamos afirmarnos atrás, ser cuidadoso defensivamente, y después irnos soltando. Al principio, que no pasaran los dos laterales a la vez, y a veces ninguno. Y lo mismo con los volantes, jajaja. Pero después fuimos liberando y agregando más opciones ofensivas. Fuimos uno de los equipos más goleadores. Tenemos que ser protagonistas, pero hay que cuidar siempre lo defensivo, que es lo prioritario.

¿Qué lectura hace del fútbol chileno ahora que sabe cómo es por dentro y vivió el día a día?

Es un fútbol muy intenso, muy dinámico. A eso también llevan las canchas, que son muy buenas. No hay mediocampo. Es ataque por ataque. Yo quiero que mi equipo sepa proponer eso, pero también a veces sepa frenar el ritmo y manejar la pelota sin tanto vértigo.

¿Hay menos miedos para jugar en el fútbol chileno que en el argentino?

Sí, en Chile tienen menos miedo para jugar que en Argentina. Intentan jugar más. Es muy difícil que un partido salga cero a cero. Casi siempre hay goles. Eso es por las propuestas de los equipos. La intención de jugar lleva a eso. No importa si los equipos tienen pocos nombres; igual apuestan al ataque y a jugar bien.

¿En algún momento se había ilusionado con ser campeón?

Hacia afuera no era el objetivo principal, pero hacia dentro sí estábamos muy confiados. El partido a partido nos fue llevando a creer en que podíamos pelear hasta el final y ser campeones, ¿por qué no?

¿Y por qué al final el equipo se cayó?

Porque también estábamos jugando la Copa Chile. Y no teníamos un plantel amplio como para pelear las dos competencias. Quedamos afuera de la Copa y no sé si lo sentimos o no, pero en el campeonato creo que terminó influyendo en dos o tres partidos muy puntuales que nos marcaron para la recta final.

Una vez lograda la clasificación por penales ante O'Higgins, usted dijo que más adelante haría un análisis profundo. ¿Ya lo hizo? Si es así, ¿qué conclusiones sacó?

Potenciamos muchas cosas. Primero, el nivel de los dos delanteros. Tanto Churín como Salom hicieron una gran cantidad de goles en las dos competiciones. Pero todo partió primero desde la seguridad defensiva, que siempre es la base. Y de ahí en más se fueron encontrando virtudes no sólo en los delanteros. También terminaron en un muy buen nivel Pablo Galdames y Pinares, que fueron convocados a la selección de Chile. Hay clubes que quieren llevarse a futbolistas nuestros. Pero la idea es mantener el plantel. En eso quedamos con la dirigencia. El problema es que se puede incorporar muy poco. Si se van dos o tres, aunque uno sume a los tres refuerzos, terminas cambiando figuritas y no reforzando. El jugador de Unión Española tiene que estar ilusionado por el campeonato que hizo y por todo lo que se viene. Creo que todos se pueden potenciar. Si los jugadores saben valorar lo que es jugar la Libertadores, van a crecer. Es nuestra idea transmitírselo.

Mencionó a Churín y a Salom. ¿Qué les enseñó, aprovechando que usted fue el máximo goleador en la historia de Boca y es un especialista en delanteros?

A Salom me costaba hacerlo salir de la zona del 9 porque hizo muchos goles entrando ahí. Le tomó el gustito al gol y costaba sacarlo del área. Pero fueron entendiendo que los dos se necesitaban. Muchas veces lo que dejaba Salom lo aprovechaba Churín, o al revés. El trabajo que hacía uno le servía al otro. Por ahí en lo puntual le hablaba más a Churín, que por su contextura física se parece más a mí. A él le marcaba cómo utilizar más el cuerpo, cómo posicionarse mejor, cómo ser esa referencia de área que necesitábamos. Y a Carlos, como es más rapidito, le pedía que estuviera más tranquilo a la hora de definir, que en el uno contra uno no se apurara. También a Churín siempre le decía que tenía que tener el arco en la mira en cualquier lugar donde estuviera, que desde donde se sintiera con confianza le pegara, porque así se terminan haciendo goles que uno nunca piensa que pueden hacer. Eso le fue dando seguridad y confianza en el juego. Diego se potenció muchísimo también en lo colectivo.

¿Qué debe mejorar el equipo?

Hay que mejorar aún más en lo colectivo. Católica es el ejemplo: viene trabajando una base desde hace un año y medio o más. Por eso consigue estos resultados. Eso marca la diferencia. Creo que creciendo en lo colectivo y con mayor capacidad de recambio, Unión Española puede dar mucho más. Me gusta apostar a los chicos, pero no hay que pensar que ellos van a resolver los grandes problemas de un partido o de una definición. Los jóvenes acompañan y son una necesidad, pero no podemos depender de ellos. No sería bueno darles semejante responsabilidad.

Pero a Pablo Galdames no le pesó.

Galdames es un chico de 20 años, pero con una maduración mayor. Por eso se ganó la convocatoria de Pizzi a la Selección. También hay otros chicos como Pablo Aránguiz y José Luis Sierra. Ellos también están en la Sub 20 y son importantes para nosotros, pero todavía les falta más roce, más competencia. Esto quiere decir que hicimos las cosas bien en todas las líneas a base de trabajo y de exigencia.

¿La idea para lo que viene con Unión Española es mantenerse o se puede pegar el salto?

Fue un buen comienzo, pero no me quiero quedar con lo bueno. No me conformo con meter a Unión Española en la Libertadores; ahora quiero más. Con los tres refuerzos queremos jerarquizar un poquito el plantel, porque la base está. Falta seguir madurando y no conformarse. Hay que saber que tenemos que ir por más en el campeonato y darle mucha importancia a la Libertadores.

¿Qué significa el arribo de Sebastián Jaime?

Yo pedí un volante-delantero que tenga mucho recorrido por afuera, tanto por la derecha como por la izquierda. No tenemos mucho con esas características... Por suerte, por lo que me dijeron desde Santiago, está arreglada la vuelta de Jaime. Cuando me vine a Buenos Aires, ya estaba avanzada la negociación, porque no pensaba seguir en Católica. Es bueno para Unión Española que vuelva. Conoce el club, tiene 29 años, jugó la Libertadores. Yo ya lo había querido llevar a Arsenal...

¿También como refuerzos pidió a Magallán (Lisandro, marcador central de Boca), Vecchio y Canales?

Vecchio y Canales hicieron mucho en Unión Española, pero no son las características que hoy necesitamos. Canales es un goleador de calidad, pero estamos cubiertos en ese lugar. Y Vecchio es un muy buen enganche, pero no nos da ese recorrido por afuera que queremos.

¿Es de llamar a los jugadores que desea incorporar para seducirlos directamente?

Lo hago si falta el último empuje. Primero hay que ver si el jugador tiene ganas de venir. Soy muy cuidadoso con los nombres. Católica y Colo Colo juegan la Libertadores, la U entró a la Sudamericana... Competir contra ellos no es fácil, cuesta. Además, son muy pocos los cupos.

¿Qué sería hacer una buena Copa Libertadores para Unión Española?

El primer objetivo es meterse en el grupo de 4. Hay que pasar el repechaje, que ahora es más difícil porque son dos eliminatorias y antes era una. Cada paso en la Libertadores se hace muy duro. Si logramos meternos en la fase de grupos, según cómo lleguemos, podremos decir para qué estamos. No hay que apurarse. Hay que ir paso a paso.

¿Qué sensación le dejó el sorteo?

Lo vi completo. Dentro de todo salió bastante bien para Unión Española. No hay que viajar tanto. No tenemos que ir a Venezuela, que es desgastante, y tampoco nos tocó un brasileño, algo que todos los entrenadores queremos evitar. Quedé conforme con el sorteo, pero ahora hay que jugar. Es bueno jugar primero en Uruguay para definir después en casa. Ojalá salga todo bien. La realidad es que uno busca siempre lo que supone que será más fácil, porque se cree que eso lo llevará a pasar y a seguir en la Copa. Pero todos los equipos en la Libertadores son difíciles. Y Cerro de Uruguay también.

¿Cuál es el equipo chileno que más le gusta?

El mejor, obviamente, es el que sale campeón. Por lo que demostró, Católica es muy competitivo, tiene jugadores que marcan la diferencia, de selección. Se consolidó como un equipo muy fuerte.

¿En algún momento lo llamaron de la U de Chile para ofrecerle el cargo de entrenador?

Leí algo que publicaron los medios, pero nosotros estamos enfocados en lo nuestro. Conmigo y con Gustavo (Goñi, su representante) nadie habló. Yo tengo contrato hasta diciembre de 2017 y pienso respetarlo. Estoy muy tranquilo y siento que las cosas se están dando como las habíamos proyectado con los dirigentes. Queríamos ser protagonistas y clasificar a una copa internacional. Y lo logramos. Tengo la cabeza puesta solamente en Unión Española.

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