Paraguay: Notifican a Lugo de tercera demanda de filiación en su contra

El mandatario paraguayo fue denunciado por una profesorea de 40 años que afirma que su hijo de dos años es fruto de una relación con el presidente.




El presidente de Paraguay, el ex obispo católico Fernando Lugo, fue notificado este martes de la tercera demanda de filiación que afronta desde que asumió el poder, el 15 de agosto de 2008, informaron fuentes oficiales.

El abogado de Lugo, Marcos Fariña, señaló a la prensa que el jefe de Estado recibió la denuncia tramitada por Damiana Hortensia Morán, de 40 años, profesora y directora de una guardería social de Capiatá, cercana a Asunción, quien el 22 de abril pasado afirmó que su hijo Juan Pablo, de casi dos años, es fruto de una relación con el presidente, aunque entonces aseguró que no reclamaba nada.

Esa demanda, la tercera que afronta el mandatario luego de reconocer como suyo un niño de dos años en abril pasado, tendría que ser respondida por Lugo en los próximos seis días, según los plazos judiciales.

El abogado de Morán, Rodrigo Aguilar, confirmó el jueves pasado que la demanda, que exige la prueba genética al presidente, fue presentada la noche del miércoles ante el Juzgado de la Niñez del municipio donde reside.

Esta denuncia se suma a la de Viviana Carrillo, madre de Guillermo Armindo, el niño que fue reconocido por el presidente y que nació el 4 de mayo de 2007, cinco meses después de que Lugo renunciara a su condición clerical, en diciembre de 2006, para dedicarse a la política.

El mandatario afronta además otra denuncia de paternidad presentada también el 22 de abril pasado por Benigna Leguizamón, quien asegura que el ex prelado es el padre del segundo de sus cuatro hijos, Lucas Fernando, de siete años.

La mujer, que reside en una precaria vivienda de Ciudad del Este, a 330 kilómetros de Asunción y en la frontera con Brasil, sostiene que intimó con Lugo cuando tenía 17 años de edad y acudió a él para pedir ayuda en Choré, en el departamento provincial de San Pedro (centro), donde entonces el ahora presidente era la máxima autoridad eclesial.

En julio de 2008, el Vaticano, que en principio había suspendido a Lugo de su condición pastoral, le dispensó de forma definitiva y el obispo volvió a ser laico.

Un mes después, el ex obispo asumió la Presidencia, que había ganado en los comicios generales del 20 abril de 2008 al frente de una coalición de centroizquierda que puso fin a 61 años de gobierno y hegemonía del derechista Partido Colorado.

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