Paramilitares, narcotraficantes y el ejército: las claves del triángulo que tensiona a Michoacán

En las últimas horas, la situación de tensión y los enfrentamientos armados entre civiles y militares han catapultado al estado de Michoacán, México, a las portadas de los principales medios de comunicación mundiales. Grupos llamados de autodefensa contra los narcos se resisten a desarmarse y se enfrentan al ejército regular, a la par de que desafían a la autoridad advirtiendo que no se detendrán en su lucha contra los narcos. A continuación, las claves para comprender este conflicto que afecta al país del norte.

GENESIS

Michoacán se ha caracterizado por ser un estado en donde la siembra y producción de drogas, tales como la marihuana y el cristal, ha sido la actividad comercial de pequeños grupos y familias. No eran considerados narcos ni miembro del cartel porque no realizaban actividades de tráfico ni tenían ningún tipo de conexión con ellos. Sin embargo, eso fue hasta el momento en que los grupos de narcotráfico se quisieron apoderar de las siembras, obligando a los agricultores a trabajar para los carteles armados.

De acuerdo al secretario del Gobierno, son las condiciones políticas, sociales y económicas las que han propiciado el ambiente de delincuencia y violencia que se vive en la región de Michoacán, en donde el Gobierno el cartel y los civiles armados se enfrentan.

LOS CABALLEROS TEMPLARIOS

Siendo hoy el tercer cartel más importante de México, Los Caballeros Templarios se forjó en marzo de 2011 en Morelia y otras ciudades de Michoacán. Con narcomantas anunciaban el surgimiento del grupo que antes era parte del cartel La Familia Michoacán.

Sus líderes, Enrique Pancarte y Servando Gómez, dicen luchar contra el materialismo, la injusticia y la tiranía en el mundo. Si bien ellos se autodefinen como un cartel de carácter religioso, se les conoce por delitos como el control del tráfico de drogas de la región, la extorsión a agricultores y empresarios, el secuestro, entre otras actividades delictivas.

LAS AUTODEFENSAS

Los civiles, cansados de los repetidos crímenes de la región, optaron por formar su propio grupo de "autodefensa" de Michoacán. Liderados por el médico José Manuel Mirales, este grupo de agricultores y ciudadanos comunes optaron por los rifles de asalto para librarse por sus propios medios del asedio de Los Caballeros Templarios. Desde que el fenómeno se extendió, los grupos de autodefensa se han ampliado y hoy se encuentran en diez municipios de la región de Tierra Caliente, al sur del estado.

De acuerdo a la BBC, los grupos de autodefensa decidieron por armarse cuando se dieron cuenta que no existía otra salida a las extorsiones, asesinatos y secuestros por parte de Los Caballero Templarios. El cartel en un principio decía buscar la seguridad de los michoacanos, pero el panorama cambió cuando los secuestros a empresarios, agricultores y ganadores tuvieron lugar. La situación tocó fondo cuando más de una decena de niñas fueron violadas por miembros del cartel, mientras que sus familias fueron asesinadas.

El 24 de febrero de 2013 los ganaderos y agricultores dejaron sus puestos de trabajo y tomaron sus armas cuando entregaron a integrantes del cartel a la fiscalía sólo para verlos ser liberados a las pocas horas. El conflicto alcanzaba una triangulación entre el cartel, los autodefensas, y el Gobierno. "Decidimos que estaba mal, que teníamos en contra al sistema de gobierno que nos debía defender", dice Mirales según la misma cadena inglesa.

DESARME

A un año de iniciada la toma de armas por los civiles, el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, lanzó un ultimátum a los autodefensas para que den alto al fuego, regresen a sus vidas cotidianas y a sus comunidades. A través del Acuerdo para el Apoyo Federal a la Seguridad de Michoacán se anuncia que la tarea de garantizar la seguridad de Tierra Caliente la asumirán las fuerzas federales con una inversión de 250 millones de pesos para la región.

El secretario de Gobierno se refirió a la situación, e hizo un llamado a los civiles a volver a sus labores y dejar el trabajo a las fuerzas federales: "Hemos conocido de ellos que el surgimiento de algunos se originó en su frustración por no encontrar oportunamente respuesta a sus demandas de seguridad en las instituciones encargadas de hacerlo y los invitamos entonces a mantenerse dentro del marco de la ley", dijo al diario El Excelsior.