Paredes acrecenta su leyenda

La zurda, limpia, de borde externo remata y el Estadio Nacional estalla en aplausos. Esteban Paredes, una vez más, anota para el Cacique y se transforma en el goleador definitivo de la Copa Chile. La idea fue siempre esa en la cabeza del Tanque, que quizás a quién prometió esta vez dedicarle un gol, por eso lo celebró tanto.

La figura del robusto artillero se agiganta aún más, y aunque muchos creen que vive sus últimas aventuras en el profesionalismo, difícilmente está para el retiro. Qué importan los años, si sigue convirtiendo, y mientras más suma, más anota. El año pasado consiguió siete tantos, ahora en cambio, se alzó con uno más.

Paredes sabe de esto. Por algo es el único que ha conseguido marcar tantos goles como para alzarse cinco veces como el goleador de un torneo. Es un referente y no sólo para sus compañeros de equipo. Esteban camina con el cartel de máximo anotador chileno aún vigente, con 301 goles; con el del máximo goleador de Primera División aún en actividad, con 174 y con sus 141 goles con los albos, es el tercer goleador histórico del club, detrás de Carlos Caszely (208) y Francisco Chamaco Valdés (205).

Y aunque ayer no pudo estar todo lo que hubiera querido en el campo, los 66 minutos que soportó bastó para despedirse de una temporada en la que terminó alabado por quienes al principio lo criticaron. En el Nacional, los hinchas albos lo aplaudieron a rabiar tras su salida, motivada por una molestia en el isquiotibial.

Esteban celebra un nuevo título y también el nuevo logro personal. Con 36 años ha logrado mucho, pero parece aún querer más. Lo de hoy fue un premio a la constancia, y también una exhibición de su extraña condición: en su círculo íntimo sostienen que mientras más viejo es Visogol, mejor juega.

Colo Colo tiene ve seguro en él y, a estas alturas, Paredes ve como se cumple el sueño de llegar a ser ídolo cacique.