PDI indaga a hackers por secuestros de bases de datos y estafa a 40 importadores

Delincuentes piden "rescate" para devolver la información usurpada de empresas y personas.




Los primeros casos empezaron a aparecer en 2011. Importadores chilenos indicaron a la PDI que habían realizado los depósitos de dinero en las cuentas de fábricas chinas para que les enviaran los productos, pero que éstas desconocían las transferencias y que por lo tanto no enviarían la mercadería.

Estas primeras denuncias, que en realidad se trataba de un complejo método de estafa realizada por hackers internacionales, se convirtieron en uno de los delitos emergentes que está bajo la lupa de la policía. La institución realizó un catastro de los nuevos ilícitos que están apareciendo en Chile, así como de los que afectan a países vecinos y que podrían llegar en los próximos meses. El subdirector operativo de la PDI, prefecto general Juan Baeza, indicó que la institución "ha podido constatar que la criminalidad local y global sólo puede ser contenida con una oferta policial innovadora, capaz de responder a la diversidad y complejidad de las nuevas realidades delictuales. Es por ello que nuestras brigadas especializadas constantemente están analizando nuevas formas de delito y su evolución".

Entre las nuevas amenazas analizadas se encuentran cuatro delitos informáticos, a cargo de la Brigada del Cibercrimen.

Según explicó el subprefecto Jaime Jara, en el caso de las estafas a los importadores chilenos que traen productos de China, todo comienza cuando hackers internacionales acceden a las bases de datos de las fábricas. Luego envían correos electrónicos a los clientes -entre los que se encuentran chilenos- indicando que habían cambiado la cuenta del banco al que debían realizar las transferencias, por lo que en adelante deberán pagar a una nueva dirección de internet.

Los importadores pagan en la nueva cuenta, pero luego no reciben los productos. La fábrica china argumenta que nunca recibió el dinero. La PDI investiga 40 causas de esta naturaleza.

Un segundo tipo de delito, del que ya hay tres denuncias, es el secuestro de información. Los hackers ingresan a las bases de datos de empresas o de particulares, y les roban éstas, para luego borrarlos de las cuentas de los usuarios. Luego, se contactan con la víctima, indicando que para recuperar la información se deberá pagar un rescate.

Desde la PDI se indicó que se estima que en este delito existe una gran cifra negra, pues las empresas preferirían pagar el dinero antes de enfrentar la publicidad que acarrea una denuncia de esta naturaleza. Este tipo de extorsión comenzó en Rusia y en China.

El subprefecto Jara señaló que el tercer delito emergente es la suplantación de identidad en redes sociales, predominantemente en Facebook. Este delito, que ya lleva 50 denuncias en lo que va del año, consiste en que hackers se apropian de las cuentas de las personas y envían mensajes por chat a todos los contactos, dando cuenta que había ocurrido una emergencia y necesitaban que, por favor, les depositaran cierta cantidad de dinero.

En el último párrafo, indicaba que su cuenta bancaria estaba en problemas y pedía que realizaran la transferencia a la cuenta de un "amigo". Este amigo es, en realidad, el "palo blanco" del hacker, quien cobra una comisión por recibir el dinero de la estafa.

El cuarto modo de fraude cibernético que está en la mira de la PDI es conocido como Ransomware. Se inició en España e Italia, y se tiene información que ya han aparecido casos en Argentina. En estos casos, se trata de ventanas que aparecen en los computadores de personas que visitan sitios web con contenido sexual.

La ventana presenta un anuncio de la policía, indicando que ver esas páginas constituye un delito y que deberían ser detenidos, pero que por ser primera vez sólo tendrán que pagar una multa. A continuación, se entregan los datos para pagar esta supuesta infracción.

Según las estadísticas de Cibercrimen, hasta agosto se indagaron 219 casos de sabotaje informático y otros 86 espionajes.

ROBO DE AGUA Y DROGAS

Uno de los delitos que ha experimentado un alza es el robo de agua. La subcomisario Analía Neira indicó que hasta agosto la PDI ha indagado 170 causas de estos tipos y que "las regiones donde más se produce este delito son la XV y V regiones, ya que estas son zonas vinculadas a uso agrícola y minero".

La detective agregó que las formas más comunes en que ocurre este delito es la "sustracción de agua con camiones aljibe, bombas extractoras, ruptura y construcción de diques, desvío de cursos de agua, construcción de pozos sin autorización".

Otra tendencia que indaga la policía es el uso de esferas para trasladar LSD. El último caso ocurrió en la VII Región, en que cada dosis costaba 15 mil pesos.

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