Presidente de Cataluña convoca el referéndum por la independencia de la región

Por su parte, el Ejecutivo de Mariano Rajoy ya inició los trámites para frenarlo.




El guión se ha cumplido. El presidente del gobierno de Cataluña, Artur Mas, convocó hoy el referéndum independentista que pretende celebrar el 9 de noviembre en esta región del noreste de España, mientras el Ejecutivo de Mariano Rajoy inició los trámites para frenarlo.

"Queremos votar, queremos decidir y ahora tenemos el marco y el momento adecuado para hacerlo", destacó Mas a primera hora de la mañana en una declaración institucional en la sede del gobierno regional, el Palau de la Generalitat de Barcelona.

Mas quiso dar solemnidad a un acto histórico en el que estuvo rodeado de su gobierno, de autoridades catalanas y de los líderes de algunos de los partidos políticos que apoyan la consulta soberanista, como los republicanos independentistas de ERC, sus socios en el Parlamento regional.

"Hoy se abre un camino que representará un antes y un después en la larga, muy larga historia de Cataluña. Confío en que sea con buen puerto y os pido a todos y todas que ayudéis a ello", dijo en un discurso en el que habló en catalán, español e inglés y con el que se dirigió también a los líderes de la Unión Europea (UE).

Mientras, en el exterior, varios cientos de personas se congregaban con banderas independentistas y lanzaban gritos a favor de la autodeterminación.

Y todo ello horas después de que el "padre político" de Mas, el histórico líder catalán Jordi Pujol, compareciera en el Parlamento regional para explicar un fraude cometido durante más de tres décadas que él mismo confesó.

Mas es el primer "president" (presidente, en catalán) de la historia que llama formalmente a votar por la independencia de Cataluña, la región más fuerte económicamente del país aunque también una de las más endeudadas. 

El 12 de diciembre de 2013 anunció la fecha y las preguntas del referéndum, con el que se pretende preguntar a los catalanes si quieren que la región sea un Estado y, en ese caso, si debe ser independiente. Ya entonces, el gobierno de Rajoy le advirtió que no se celebraría porque lo considera ilegal.

Hoy, Mas dijo que está abierto a pactar las condiciones para hacer posible la consulta "hasta el último momento". "Lo que no podemos hacer es caer en la trampa del inmovilismo", señaló en referencia a la actitud del gobierno español.

Apenas dos horas después de estas palabras, la "número dos" de Rajoy, Soraya Sáenz de Santamaría, comunicó que su Ejecutivo había iniciado los trámites para impugnar la convocatoria de Mas ante el Tribunal Constitucional.

"Ningún gobierno está por encima de la voluntad soberana del pueblo español, ningún gobierno puede ceder o transigir sobre lo que sólo pueden decidir el conjunto de los españoles", dijo en rueda de prensa la jefa del Ejecutivo en funciones, al estar Rajoy de viaje oficial en China.

Según lo previsto, el lunes, ya de vuelta en España, Rajoy presidirá un consejo de ministros extraordinario que le pedirá que plantee dos recursos de inconstitucionalidad contra la convocatoria del referéndum y contra la ley de consultas que hace una semana aprobó el Parlamento catalán para darle amparo legal. 

Si el alto tribunal los admite a trámite, como parece previsible, la convocatoria quedaría suspendida automáticamente.

Algunos de los grupos parlamentarios catalanes que apoyan la votación anunciaron hoy que, si esto ocurre, no interrumpirán la campaña pro consulta que pondrán en marcha a partir de mañana. Ya hace unos días, desde ERC habían llamado a la "desobediencia civil".

La Asamblea Nacional Catalana (ANC), organizadora de las marchas multitudinarias que se celebraron en la región en los últimos dos años a favor de la independencia, convocó hoy a los catalanes para salir a la calle si el Constitucional veta la consulta.

El Partido Socialista (PSOE), el más importante de la oposición en España, sí dio su respaldo a la impugnación de la consulta y acusó a Mas de provocar "una enorme frustración y una gran fractura en la sociedad catalana", en palabras del portavoz de la formación en el Congreso de los Diputados, Antonio Hernando.

La fuerza del independentismo aumentó en los últimos años en Cataluña, aunque el porcentaje de ciudadanos a favor de la secesión no está claro. Las encuestas van desde el 35 al 55 por ciento, pero todas muestran que una mayoría quiere votar sobre su futuro.

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