Presidente depuesto de Ucrania asegura que Crimea debe seguir formando parte del país

En su primera entrevista desde que salió de gobierno, Víktor Yanukóvich expresó la esperanza de poder negociar con Vladimir Putin la devolución de la península a la soberaní­a ucraniana. Interrogado sobre su opulenta casa de campo en las afueras de Kiev, el mandatario negó cualquier acusación de corrupción.




Víktor Yanukóvich, el Presidente derrocado de Ucrania, aseguró hoy que se "equivocó" cuando invitó a Rusia a enviar sus fuerzas a Crimea y prometió tratar de persuadir a Rusia a que devuelva la estratégica pení­nsula sobre el Mar Negro.

En una entrevista con la Associated Press y la televisora estatal rusa NTV, la primera desde que salió de Ucrania en medio de las protestas masivas, Yanukovich expresó la esperanza de poder negociar con el presidente ruso Vladimir Putin la devolución de Crimea a la soberaní­a ucraniana.

"Crimea es una tragedia, una enorme tragedia", dijo el ex mandatario, e insistió en que la toma de la pení­nsula no habrí­a ocurrido si él se hubiera mantenido en el poder.

"Si eso hubiera ocurrido conmigo (de presidente), yo hubiera intentado evitarlo. ¿Cómo puedo sentirme, como presidente del país, cuando el país se desintegra?", apuntó.

De acuerdo con la agencia EFE, Yanukóvich advirtió durante la entrevista acerca del peligro de la desintegración de su país si se celebran las elecciones presidenciales del 25 de mayo sin antes convocar un referéndum constitucional.

"Esta es la vía para la desestabilización de la situación en el país, y cualquier desestabilización en estas condiciones supone una gran amenaza de escisión en la sociedad y hasta, posiblemente, de división del Estado", declaró Yanukóvich al canal de televisión ruso NTV.

Yanukóvich, que se encuentra exiliado en Rusia desde su derrocamiento el pasado 22 de febrero, aseguró que la única forma de acabar con las actuales contradicciones es celebrar un referéndum para ceder más competencias a las regiones.

"Seguidamente, elecciones", aseguró, haciéndose eco de la postura de Rusia, que ha instado a Kiev a aprobar una Constitución que convierta a Ucrania en una federación.

"Debemos imponernos esa tarea y buscar formas de devolver a Crimea bajo cualquier condición, a fin de que Crimea pueda tener el máximo grado de independencia posible... pero que sea parte de Ucrania", aseguró.

El derrocado presidente confesó además que cree que le tembló la mano a la hora de reprimir las protestas en Kiev que desembocaron en disturbios y terminaron con su derrocamiento.

"Me tembló la mano a la hora de hacerlo. Mi principio es que el poder no merece ni una gota de sangre derramada. Nunca di una orden de disparar", señaló, agregando que "por lo que yo sé, nunca se entregaron armas a los destacamentos especiales que participaron en la defensa de los organismos estatales".

Yanukóvich culpó a los grupos radicales que controlaban el Maidán de incumplir los acuerdos suscritos el 21 de febrero en presencia de mediadores europeos y rusos y que contemplaban la creación de un Gobierno de unidad nacional.

"En respuesta a nuestras acciones, la parte radical del Maidán respondió con disparos", afirmó.

El antiguo mandatario también reconoció que las autoridades tenían que haber reaccionado antes y con mayor firmeza ante el ascenso del ultranacionalismo y el vandalismo, "que tiene raíces fascistas".

"Había que haber reaccionado antes, mucho antes. Los radicales armados no escuchan a nadie: ni al poder ni a la oposición", subrayó.

Interrogado sobre su opulenta casa de campo en las afueras de Kiev "un complejo que conmocionó a multitudes de ucranianos con su extravagante exhibición de riqueza en medio de la ruina económica del paí­s", Yanukovich negó cualquier acusación de corrupción. Habló con orgullo de su colección de decenas de autos antiguos, pero dijo que no habí­a visto ni utilizado la hogaza de pan de oro hallada en su residencia, que ha llamado mucho la atención y provocado comentarios sarcásticos.

También insistió en que no otorgó ventajas o privilegios especiales a su hijo dentista que se convirtió en multimillonario, de quien se decí­a que habí­a enfurecido a otros magnates ucranianos al hacerse cargo de algunos de los activos más rentables del paí­s.

Yanukovich negó haber dado la orden de disparar contra los manifestantes en la capital ucraniana, donde unas 80 personas murieron por tiros de francotiradores durante las protestas contra el gobierno en febrero. El gobierno que está ahora en el poder ha acusado a Yanukovich en relación con esas muertes.

Añadió que espera regresar a Ucrania algún dí­a, pero no ofreció detalles sobre cómo podrí­a recuperar el poder.

Aunque Putin ha dejado claro que Yanukovich no tiene un futuro polí­tico, el presidente ruso también ha insistido en que la destitución de Yanukovich fue ilegal y dice que sigue siendo el único presidente legí­timo de Ucrania.

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.